Un análisis sobre los que ya se han afirmado o están en camino de hacerlo. El recambio que buscará la selección argentina.
Alejandro Fabbri
Cuando se hacen los balances, cuando la temporada futbolística ha terminado, siempre nos hemos visto tentados a comparar torneos, a medir rendimientos y a buscar curiosidades que busquen darnos argumentos para algunas explicaciones. En este caso, se trata de visualizar los nombres y el posible futuro de algunos juveniles que ya se han afirmado en primera división o están en camino de hacerlo.
Se sabe que hay una llamativa ausencia de marcadores laterales, de zagueros centrales y de mediocampistas que tengan despliegue y capacidades para jugar por los costados, con sus perfiles correspondientes. Entonces vamos a repasar actuaciones de aquellos que tienen 22 años o menos y que se han quedado con lugares y posiciones de compañeros más experimentados. Quiere decir, que tienen un futuro deportivo estimulante.
No quedan dudas que el arco argentino estará bien cubierto, porque sobresalen varios cuidapalos menores de 25 años. El propio Agustín Marchesín, figura de Lanús, recién cumplió los 26 y parece un veterano. Leandro Chichizola festejó los 24 y Gerónimo Rulli, la garantía juvenil del arco de Estudiantes, llegó a 22 con 50 partidos como titular custodiando el arco pincharrata.
Por suerte, el lateral izquierdo tiene candidatos: Jonathan Silva (19 años) completó una temporada y media siendo titular en Estudiantes. También superó los cincuenta encuentros con la camiseta albirroja. Tiene velocidad, temperamento, capacidad para proyectarse y para entender el juego defensivo de un equipo compacto y con variantes como el que conduce Pellegrino. Zurdo y con aptitud para la marca, quizá discuta ese puesto más adelante con Facundo Cardozo (19), el chico de Vélez que también puede ser zaguero izquierdo. Buen cabezazo, proclive a una pierna de más que le costó un par de expulsiones, merece ser tenido en cuenta.
Por la derecha cuesta mucho más. Apareció Leonel Di Plácido (20) en All Boys, aunque puede ser mediocampista derecho. Jugó casi una docena de partidos, ya convirtió un gol y quizá le sirva la experiencia de jugar en la segunda división con el cuadro de Floresta. Lo mismo vale para Luis Castillo, que consiguió afirmarse con 23 años cubriendo el lateral derecho de Colón. Los puntos no alcanzaron para salvar la categoría, pero Castillo promete. Marca y velocidad. Sentido de ubicación en la cancha y rápido retroceso lo ubican en la lista de jugadores para seguir mirando.
Entre los zagueros no hay abundancia. Ramiro Funes Mori (23) se afirmó tras hacerle el gol a Boca, va evolucionando lo mismo que su compañero Germán Pezzella (23) y Tomás Berra (23), que se ganó la confianza de Miguel Russo en Central y terminó rindiendo muy bien. ¿Otros nombres? Quizá Yonathan Cabral, que fue promovido por Merlo a la titularidad en Racing. Nada más.
La lista de mediocampistas centrales (que juegan casi siempre acompañados) es larga. Se han destacado Joaquín Arzura (21-Tigre), Facundo Quignon (21-San Lorenzo), Gastón Gil Romero (21- Estudiantes), Matías Kranevitter (21-River), Marcelo Meli (21-Colón) y Federico Bravo (20-Boca). Todos tienen argumentos para creer en ellos. Hay un todo terreno ya transferido al fútbol europeo como Franco Mussis (21), un gladiador que le contagió a sus compañeros un temperamento intransferible. Les sirvió a dos puntas que terminaron rindiendo de volantes por los costados y prometen en el mismo Lobo: Javier Mendoza (21) por izquierda y Maxi Meza (22) por la derecha, ya son de temer. Tienen llegada y potencia. Deberán crecer cuando necesiten retroceder y marcar. Hay lugar para Kevin Itabel (21), Emiliano Rigoni (21), Joaquín Correa (19), Jorge Correa (21), Lucas Pérez Godoy (20) y Ramiro Carrera (20), que han hecho goles y demostrado talento para jugar con la pelota. Criterio y buen destino asegurado.
Adelante hay algo para rescatar, que no es poco: ya tienen rodaje el rosarino Correa en San Lorenzo (19) y Juan Ramírez (20) en Argentinos. Están bien encaminados el pibe Ponce (17) de Newell’s, el rápido Cerutti (20) de Olimpo, el imprevisible Acosta (19) de Boca, el buscador Calleri (20) de All Boys y la joyita de los atacantes destacados y jóvenes es Lucas Albertengo, punta de Rafaela, que mostró mucho y será codiciado por otros tantos. Tiene 23 años, hizo 11 goles en la temporada y formó una dupla temible con el uruguayo Vera.
Como se observa, hay futuro en estos jugadores. Seguramente también lo tienen Astina, Alario, Gonzalo Ríos, Dinenno, Villalba, Isnaldo, Pussetto, Saveljich, Solari, Simeone, Cubas, el pibe Lucero de Defensa y Justicia, Wálter Acuña y siguen las firmas. Habrá que poner la lupa en cómo crecen, en cómo viven, en cómo sienten. Todo sirve para ayudarlos a ser mejores y a ocupar puestos en una selección que buscará recambio.