El precandidato a diputado del Partido Socialista dialogó con La Prensa Federal y recorrió barrios de nuestra ciudad: «creo que, como en 2011, en Concepción del Uruguay haremos una muy buena elección»,aseguró.
El próximo domingo se desarrollarán las elecciones primarias, obligatorias para toda la comunidad y La Prensa Federal continúa dando a conocer las propuestas de
los diferentes candidatos. En esta oportunidad, Américo Schvartzman, precandidato del partido socialista por el Frente Amplio Progresista quiere ocupar una banca en el Congreso. El uruguayense recorrió ayer barrios de la ciudad, y en su paso por San Isidro dialogó con La Prensa Federal. «Creo que aún hay vecinos con poca información. Y mucha gente que define su voto casi sobre la fecha», señaló Américo, al ser consultado sobre las expectativas y el termómetro que vienen observando recorriendo la provincia y la ciudad a una semana de las elecciones primarias. «En nuestras recorridas percibimos una buena recepción de nuestra propuesta, de la figura de Binner y de lo que representa el FAP. Me parece que en nuestra ciudad el socialismo tiene una tradición y una inserción importante, en la juventud, en las instituciones, en las luchas de los vecinos y vecinas, en ámbitos de la cultura y en la labor de Veronica Magni como concejal. Por todo eso creo que, como en 2011, en Concepción del Uruguay haremos una muy buena elección». Luego dedicó un tiempo para describir los ejes de esta campaña, y las ideas-fuerza que le gustaría llevar al Congreso: «Nosotros venimos poniendo mucho énfasis en que no es bueno que el Gobierno intente hacerle creer a la ciudadanía que está todo bien, pero tampoco es bueno que desde cierta oposición se le quiera hacer creer a la gente que está todo mal; hay cosas positivas que deben ser defendidas y mejoradas, también hay cosas muy negativas que deben ser corregidas. El punto de partida es reconocer ambas cosas, porque al uruguayense que va al almacén no le hacen descuento por creer el «relato»: las cosas le cuestan lo mismo si es kirchnerista o si no lo es. Por eso creemos que en vez de discutir, agraviar, de denostar a las personas independientemente de que estén en contra o
a favor del Gobierno hay que discutir propuestas de solución», destacó.
Propuestas
Además agregó: «Queremos ir al Congreso para debatir propuestas, no para levantar la mano a favor o en contra sin mirar qué dicen los proyectos. Queremos eliminar el IVA de la canasta de alimentos, queremos una reforma tributaria para que los trabajadores no paguen impuestos a las ganancias y en cambio, paguen impuestos los que viven de la especulación financiera, los bancos, los que viven de las operaciones de bolsa. Queremos cuidar a los dos extremos de la sociedad: una asignación verdaderamente universal y por ley, no como es hoy, un decreto de la Presidenta. Que nuestros jubilados y jubiladas cobren el 82% por ley, no dos aumentos por año como «beneficio» presidencial. Queremos que se cumpla la coparticipación a las provincias. Queremos que se cumpla la Constitución, no que se reforme para habilitar una eternización en el poder. Queremos una verdadera democratización de la justicia. Queremos que los sueldos de los funcionarios estén atados al Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) y que ningún funcionario de los tres poderes pueda aumentarse un centavo si no aumentó el SMVM. Queremos avanzar en mayor igualdad en un país rico como el nuestro, pero profundamente desigual, que podamos salir de esta insólita situación donde después de diez años de supuesto gobierno progresista tenemos más del veinte por ciento de la población en situación de pobreza y el 34 por ciento de los trabajadores en negro».
Avances
En contacto con los vecinos, finalmente el precandidato destacó que «he hecho públicos algunos compromisos puntuales con diferentes temáticas: con el ambiente, con los trabajadores, con la diversidad sexual, con los pequeños y medianos productores, con la igualdad de varones y mujeres. Pero independientemente de proyectos puntuales, el socialismo históricamente ha sido impulsor de importantisimos avances sociales, que primero fueron combatidos y vistos como imposibles, y al tiempo todos los reivindican como propios: desde el descanso dominical hasta las jubilaciones, pasando por el voto femenino y la salud publica, hace cien años; y en la actualidad, la asignación universal, el matrimonio igualitario, el voto juvenil. Hoy seguimos a la vanguardia en las ideas de libertad e igualdad, pero a eso le agregamos que, a diferencia de los socialistas del siglo XX, ahora los socialistas también gestionan y gestionan bien. Por eso, en realidad, somos la única oposición que significa un avance. Las otras opciones implican volver al pasado o aceptar que todo siga como está. El FAP es la única propuesta de cambio positivo, conservando lo bueno que se ha hecho y corrigiendo lo malo. Eso es lo que tratamos de transmitir».