Puede pasar que imites un personaje político que moleste y te maten

Puede pasar que imites un personaje político que moleste y te maten Puede pasar que imites un personaje político que moleste y te maten

Martín Bossi habló con el Diario Perfil de su gran momento artístico, pero además se refirió a la televisión y a la “locura galopante” que ve en el mundo.

El actor, imitador y humorista regresó de Mar del Plata, donde realizó doble función el martes de Bossi Big Bang Show en el Teatro Radio City, music-hall que reestrenó la segunda temporada en el Teatro Astral con funciones de jueves a domingo.

Bossi fue visto en 2014 por 194 mil personas, estuvo en la apertura de ShowMatch e hizo el sketch de Alberto Olmedo en lo de Susana Giménez, protagonizó el film Un amor en tiempos de selfies, y el productor Lino Patalano lo llevó a Madrid en diciembre.

El éxito lo encuentro en el amor al trabajo, rodeado de un equipo de sesenta personas todos los días, y el afecto del público. Hoy me siento querido, me importa que me quieran. Soy pretencioso, quería que el país me quiera. Hoy voy a cualquier lado y me dicen ‘Hola, Martín’. Quizá esa persona nunca vio un espectáculo mío, pero sabe quién soy”, explicó.

Reacio a estar en la televisión, Bossi aclaró que “no es un medio para mí, para trabajar todo el tiempo ni desarrollarme como actor. Una cosa es que Marcelo (Tinelli), que es mi amigo, me invite a su programa, o lo mismo Susana, pero otra cosa es estar todos los días. No sería el humorista fijo de Tinelli o Susana”.

Por otro lado, se refirió al episodio con Carol Galvis, quien lo denunció por violencia física y psicológica. “Fue un accidente laboral en el trajín de una obra, donde me trabo con una compañera corriendo y ahora lo quieren transformar en un incidente intencional pidiéndonos una suma de plata desmedida por cuatro meses de indemnización”, destacó, y detalló que la microfonista pide “350 mil pesos”.

“Nos extorsionaron: ‘O nos dan la plata o vamos a los medios’. Mi abogado sigue adelante con la carátula de extorsión y esto se tiene que dirimir en la Justicia. Son cosas de la vida del trabajo y uno aprende. Confío en Dios que se resuelva pronto”, subrayó.

—El 2015 arrancó con una mancha imborrable para la historia del periodismo y el humor: el atentado terrorista a Charlie Hebdo. Como humorista, ¿cómo viviste tan cruel episodio?
—Es un hecho aberrante de terrorismo, y que muestra el borde al que estamos llegando los seres humanos; si en algún momento no paramos la bocha y seguimos haciéndonos los boludos, esto se extingue en cien o 200 años. Estamos camino al abismo. Hay una locura galopante.

—Imitaste a muchos políticos. ¿Sentiste miedo alguna vez?
—No. Lo hice hace seis años en un programa (el reality Gran Cuñado de ShowMatch) que así lo requería. En agosto de 2009 dejé de hacer televisión, cambié de rumbo. Tengo un recuerdo hermoso a nivel popular. Además, era otro momento del país.

—En ese momento, antes de debutar en Gran Cuñado, dijiste “haré a Cristina cueste lo que cueste”…
—¡Sí. Era un inconsciente! No tenía idea de política. Pero cero miedo, era artístico.

—Lo de Charlie Hebdo traspasó un límite. A partir de ahora, ¿creés que un humorista debe pensar tres veces antes de imitar a un político?
—Sí. Si vas a la cancha y te matan por hinchar por el equipo contrario, ¿por qué no puede pasar que imites un personaje político que moleste y te maten? Es lo mismo. La muerte es una posibilidad latente. Hoy me levanto y digo “ojalá que pueda terminar el día”. Antes te robaban y listo. Ahora te roban y te matan. Lo de Charlie Hebdo pasó en Francia y acá pasó lo de Nisman. El mundo está así. Somos la peor raza que dio la Tierra.

—¿Cómo ves que la está pasando la gente en Argentina?
—Hablar de que sólo en este momento estamos mal sería injusto. Sacando la última dictadura militar, que fue la peor y más nefasta etapa que nos pasó a los argentinos, creo que con la vuelta de la democracia del ’83 fuimos de mal en peor, y eso que hubo gobiernos radicales y peronistas, de izquierda o derecha. Hago responsable a un 99% de los políticos, y como pueblo no supimos torcer la historia. Dentro de 15 años me lo preguntás y te voy a decir en qué hoy estamos bárbaro.