En una requisa se habrían encontrado media docena de peligrosas «facas» y un teléfono celular. Ante el procedimiento los internos comenzaron a arrojar piedras y maderas contra un portón, quemando medio colchón y maderas acopiadas en el lugar para trabajos de artesanía.
El personal de la Unidad Penal N° 2 «Gral Francisco Ramírez» de Gualeguaychú, puso prontamente bajo control una situación de conflicto originada por internos de la unidad carcelaria en la mañana del martes. Con efectivos de las guardias saliente y entrante, alrededor de las 7 se dispuso una requisa en los pabellones 3 y 4, donde se alojan pocos internos. Mientras en el 4 el personal penitenciario no encontró ninguna irregularidad, en el 3 no ocurrió lo mismo. En ese pabellón -donde se alojan 5 presos- se habrían encontrado media docena de peligrosas «facas» y un teléfono celular, que es de tenencia prohibida para los internos.
De tal forma que el director interino a cargo oficial Palacios- dispuso que tres de los ocupantes del pabellón 3 pasaran a quedar alojados en el sector de la guardia, mientras que a los otros dos se los dejó donde estaban. Pero evidente que esta disposición no fue aceptada por el dúo, ya que comenzaron a arrojar piedras y maderas contra un portón, quemando medio colchón y maderas acopiadas en el lugar para trabajos de artesanía. Rápidamente los guardias tomaron intervención y controlaron el incipiente fuego con matafuegos, mientras contenían a los dos revoltosos, quienes luego fueron revisados por el médico, que constató que ambos estaban en perfecto estado, sin que el humo de la quema los afectara.
Pero cuando todo parecía quedar normalizado, los internos alojados en los pabellones 2 y 5 (alrededor de 60, en total), se manifestaron en protesta, decidiendo no aceptar el desayuno y reclamando que no se sancionara a los internos que habían sido encontrados con los elementos prohibidos. La situación se mantuvo toda la mañana, reiterando los reclusos que tampoco accederían al almuerzo, cuyo horario es a partir de las 11:45, aproximadamente. Cumpliendo con su actitud de protesta, tampoco retiraron el almuerzo en el horario habitual, determinación que mantuvieron hasta poco antes de las 14, cuando informaron al director que dejaban de lado su reclamo y aceptaban que se les diera el almuerzo, cosa que así ocurrió. Por supuesto que todo lo anterior había alterado la actividad dentro de la UP 2, pero la disposición del personal penitenciario en su totalidad, pronto hizo que la normalidad retornara al Penal.