«La hipertensión, el sedentarismo, el tabaquismo, la obesidad y una mala alimentación son factores que predisponen a que una persona pueda padecer una patología vascular. Las estadísticas provinciales señalan que aproximadamente fallecen dos personas por día debido
a los accidentes cerebrovasculares», explicó el ministro de Salud, Hugo Cettour. Desde la cartera sanitaria provincial se ejecutan distintas acciones para controlar estos factores de riesgo y promocionar hábitos saludables a partir de un trabajo articulado con entidades privadas. Cada 29 de octubre se celebra el Día Mundial de lucha contra los accidentes cerebrovasculares una patología que junto al cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la apnea obstructiva del sueño, constituye las llamadas enfermedades crónicas no transmisibles que son la causa más frecuentes de muertes, discapacidades prematuras y años de vida potencialmente perdidos en nuestra provincia.
El ministro de Salud, Hugo Cettour, indicó la importancia de «realizarse los controles médicos pertinentes y periódicos para que los factores de riesgo no comprometan la salud». Asimismo, expresó que los hábitos de vida sana, son «fundamentales para evitar complicaciones». «El accidente cerebrovascular es una epidemia que se encuentra en el segundo o tercer orden de causa de muerte en la población» advirtió el jefe del servicio de Neurocirugía del Hospital San Martín de Paraná, Mario Pierotti, quien enseguida señaló que «básicamente conocemos dos tipos: hemorrágico e isquémico que es un infarto en el cerebro, en ambos casos quedan secuelas severas o incluso existen casos en que el paciente fallece».
El profesional apuntó que «en las personas jóvenes se registran casos hemorrágicos producidos por algún tipo de malformación y en personas más grandes la hipertensión es el causal primario» pero por sobre todas las cosas consideró que lo esencial es que la gente tome conciencia a partir de la educación: «Educar en esto es vital porque en realidad todos somos plausibles de tener un ACV por ello debemos conocer los parámetros que definen directamente la potencialidad de padecer una patología vascular que son la hipertensión, el sedentarismo, el tabaquismo, la obesidad y la mala alimentación».
Respecto a las secuelas que deja un accidente de este tipo, Pierotti dijo que «la principal es la hemiplejía pero se agrega, dependiendo el hemisferio en que surja el inconveniente la imposibilidad para caminar, la dificultad para hablar o la incapacidad para expresarse y comprender» y finalmente explicó que existen algunos síntomas que son parámetros para prestar atención: «No importa la duración pero uno debe consultar a un profesional si en ocasiones le pasa que pierde la fuerza en la mano, brazo o pierna; tiene hormigueo en algún lugar del cuerpo; problemas repentinos para hablar o entender; pérdida de memoria; dificultades para ver o caminar; y dolor de cabeza intenso, entre otros».