A 20 días de la Copa del Mundo, <b>se dio a conocer el costo del operativo de seguridad</b> con las protestas que se repiten a lo largo y ancho del país. <b>¿Cuánto le sale al Estado cuidar a los turistas?</b>
Brasil movilizará 157.000 militares y policías en un plan de seguridad de 860 millones de dólares para el Mundial de Fútbol 2014, que arranca dentro de 20 días en medio de un clima de protestas y huelgas.
Según informaron en una rueda de prensa en Brasilia el ministro de Defensa, Celso Amorim, y el de Justicia, José Eduardo Cardozo, el plan de seguridad tuvo un costo de 1.900 millones de reales, unos 860 millones de dólares al cambio actual.
Pese a que el país se encuentra ahora inmerso en una serie de huelgas y protestas callejeras contra el megaevento deportivo, Cardozo no cree que durante el Mundial se repitan las multitudinarias manifestaciones que sacudieron a Brasil el año pasado en plena Copa Confederaciones.
“Sabemos de la posibilidad de manifestaciones, pero nuestra sensación es que (las protestas) tendrán una dimensión menor que las del pasado junio. Ahora, sinceramente hablando, nosotros estamos preparados para cualquier situación”, afirmó el ministro.
Sólo los cuerpos policiales desplegarán 100.000 efectivos mientras que las Fuerzas Armadas movilizarán a 57.000 de la Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea, de los cuales 21.000 se encontrarán en estado de alerta para las situaciones que requieran de una respuesta inmediata.
El plan de seguridad se estructurará con centros de comando en las 12 ciudades sede de la Copa del Mundo – entre ellas Rio de Janeiro, Sao Paulo (sudeste) y Brasilia (centro)- así como en las capitales Vitoria, Aracajú y Maceió (noreste), que también acogerán centros de entrenamiento de selecciones.
Los dos ministerios integran el plan junto a las fuerzas de seguridad pública federal, estatal y municipal. También estará involucrada la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABI).
“Uno de los hechos más importantes sobre la Copa es la total integración de las Fuerzas” de militares y policías, destacó Amorim.
Se actuará en diez ejes, entre ellos control del espacio aéreo, defensa de áreas marítimas y fluviales y de estructuras estratégicas, inteligencia, prevención y combate al terrorismo, seguridad y defensa y defensa química, entre otras.
Militares y policías protegerán en conjunto las extensas fronteras de Brasil, que ocupan 16.800 kilómetros y lindan con nueve países latinoamericanos además de la Guayana Francesa.
Respecto al espacio aéreo, para controlar el tráfico y garantizar la seguridad, las fuerzas aéreas establecerán zonas de tres colores: rojas (prohibidas), blancas (reservadas) y amarillas (restringidas).
Las diferentes áreas se activarán dependiendo del horario y del tipo del partido. Para la inauguración, que será el 12 de junio en Sao Paulo, y la clausura, que tendrá lugar el 13 de julio en Rio de Janeiro, las zonas entrarán en marcha desde 3 horas antes hasta 4 horas después del partido.
Se estima que la organización del Mundial de fútbol tendrá un coste de 11.000 millones de dólares para los contribuyentes brasileños.
La Copa del Mundo de Brasil estuvo en el blanco de las masivas movilizaciones del año pasado, cuando más de un millón de brasileños salió a la calle para pedir mejores servicios públicos y reclamar contra los excesivos gastos del evento.
Las manifestaciones han continuado este año con menos convocatorias aunque a veces más radicales y violentas.