Monseñor Jorge Lozano se reunió ayer con dos grupos diferentes, que desarrollan actividades en temas de trascendencia comunitaria. La Prensa Federal dialogó con el prelado en la Parroquia San Roque, donde se celebrará el domingo la fiesta patronal.
«La primera reunión, que fue la más prolongada, fue protagonizada por un grupo de acompañamiento, que se ha conformado para recibir y acompañar a jóvenes con problemas de consumo de drogas y a sus familiares. La idea es contar con un espacio de diálogo, donde puedan exteriorizar sus situaciones y aprovechamos la jornada de hoy para avanzar en ese sentido». «Hay un grupo importante de personas que desean disponer parte de su tiempo y capacitarse, para brindar un servicio desde la comunidad a este tipo de situaciones. Muchas personas necesitan un espacio para contar lo que les pasa, recibir palabras de aliento y sentirse acompañados en su problemática. En esta Diócesis, como en otras del país, generamos diferentes propuestas, para no quedarnos solamente en señalar qué es lo que está ocurriendo, sino también comprometernos en acompañar a aquellos que son víctimas de estas situaciones de adicción y que necesitan apoyo para poder superarse».
Preocupación por el juego
«También estuvimos dialogando con un grupo de vecinos, con los cuales habíamos charlado ya en otras oportunidades y en esta ocasión deseaban comentarme las acciones que llevan adelante. Me invitaron a dar una charla sobre los efectos de la ludopatía, por lo que me comprometí a buscar una fecha para realizar esa actividad, de forma que se pueda convocar a quienes quiera conversar sobre el tema, desde la perspectiva de la ludopatía como enfermedad personal y como incide en la vida social y familiar». «Mi idea es concurrir con algún profesional, de manera que entre ambos podamos abordar la cuestión. La problemática del juego de azar no es nueva, tiene ya unos cuantos años de desarrollo creciente en nuestro país. Los obispos de la Argentina hemos señalado la preocupación en varias oportunidades. Hace tres años, en el seno de la Conferencia Episcopal Argentina hemos realizado una declaración, a partir de la postura de distintas zonales o regionales de obispos, preocupados por este tema». «Ordenando archivos en el Obispado encontré una carta del año 1992, donde los tres obispos de Entre Ríos de ese entonces, Estanislao Karlic, Adolfo Gestner y Jorge Boxler, hicieron una declaración preocupados en ese entonces por lo que estaba sucediendo en la provincia. También los tres obispos entrerrianos fijamos nuestra postura manifestando la inquietud a los legisladores y le mencionamos el problema al Gobernador». «Nos aflige la multiplicación de ofertas de juegos de azar que, particularmente, afecta a los sectores medios y más pobres de la sociedad. En la mayoría de las ciudades donde se instalan este tipo de ofertas, no se orientan al turismo que se encuentra circunstancialmente de visita, sino a los vecinos que viven en carácter permanente».