Varias personas ingresaron a un establecimiento rural,
ubicado a cinco kilómetros de Urdinarrain, luego de romper candados y una vez
adentro del galpón, al no poderse llevar nada, decidieron prenderlo fuego.
El dueño del lugar, Alberto Schiffini, denunció
que malvivientes habían revuelto el galpón y al no llevarse nada, decidieron
prenderlo fuego; las llamas derribaron las precarias instalaciones ya que
tomaron las maderas de la estructura.
Esta no fue la primera vez que el trabajador es
víctima de un ilícito, ya que en el último año le faenaron animales en tres
oportunidades, además de robarle otros elementos. El hombre, que tiene
domicilio en Urdinarrain, realizó la correspondiente denuncia en la comisaría
de la ciudad.