El titular de la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER), Germán Grané, brindó un panorama de la situación en el contexto de pandemia y aseguró que “hubo una merma en el grado de cumplimiento” de diversos tributos.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Grané indicó que en este tiempo de pandemia “cambió mucho la realidad en cuanto a la gestión tributaria” y explicitó que “ante las medidas de aislamiento más restrictivas, el organismo nunca dejó de funcionar pero hubo que adaptarse rápidamente, de un día para el otro: hubo que ir hacia canales digitales para acompañar las medidas de aislamiento dispuestas, hubo que cerrar todas las oficinas de atención al contribuyente, y se desarrollaron nuevas plataformas digitales que estaban previstas para el año e incluso para el 2021”.
En ese sentido, destacó “el trabajo de todos los que integran la ATER, de todas las áreas, y la adaptación de los vecinos que comenzaron a utilizar los canales electrónicos para sus trámites y para la cancelación de los tributos”. “Dentro de todo lo complejo, mirando en retrospectiva se destaca que pudimos adaptarnos y gestionar ante una situación muy compleja, y eso nos permitió ganar en eficiencia”, apuntó.
Especificó que en cuanto al comportamiento del contribuyente “abril quizás fue el mes más inestable porque se modificaron calendarios, hubo alivios fiscales, se corrieron vencimientos, y hoy ya entramos en una etapa de mayor previsibilidad y estabilidad”. Como ejemplo, mencionó que “se corrieron vencimientos, se prorrogaron hasta el 30 de junio las multas e intereses de todos los tributos que vencían a fines de marzo, lo mismo sucedió con los vencimientos de abril, es decir que hubo una alternación de todo el cronograma y una inestabilidad”.
Aseveró asimismo que “en términos de recaudación abril fue el mes más duro” y explicó que “dentro de los tributos provinciales, el principal tributo es el impuesto a los ingresos brutos que representa entre el 62 y el 65% de los tributos propios y que está vinculado de manera directa a la actividad económica, pero habiéndose reducido esa actividad –como todos los indicadores lo muestran y la misma realidad muestra- se vio resentido”.
De todos modos, aclaró: “Si se mira en términos nominales hay un crecimiento pero cuando se le aplica los efectos de la inflación se entra en un terreno negativo, y hoy estamos por debajo de lo que teníamos presupuestado, con lo cual el escenario de la recaudación sigue siendo complejo”.
“Lo mismo sucede en la Nación donde el principal tributo es el IVA, que se reduce al resentirse el consumo, y también en los municipios donde la mayoría tiene la tasa de inspección sanitaria, higiene, profilaxis y seguridad que está atada a la actividad económica, y habiéndose resentido la actividad económica se resiente la recaudación; pero a su vez en un contexto de incertidumbre e inestabilidad por la pandemia también se resienten los impuestos patrimoniales como el inmobiliario y el automotor”, explicitó.
No obstante, señaló que “mermaron los niveles de cumplimiento en impuestos inmobiliario y automotor, pero a pesar de eso hay niveles aceptables, y en virtud del contexto se suspendieron las acciones legales de cobro por 90 días”.
En cuanto al cobro de deudas, Grané informó que “en este tiempo de pandemia se desarrolló una herramienta muy interesante de gestión de la información y hoy se está monitoreando minuto a minuto la recaudación y por ende las deudas de cada contribuyente, y en ese marco tanto en ingresos brutos como en impuestos patrimoniales (los principales son automotor, e inmobiliario ya sea urbano, rural o subrural) desde el sector de cobranza se está trabajando de manera minuciosa y con precisión quirúrgica en el análisis y la investigación de la capacidad económica”.
“Se entiende la situación y el contexto que se vive pero debemos llevar adelante nuestra tarea más cuando se requiere un Estado cada vez más presente en términos de salud, de asistencia a los sectores económicos más complicados, en términos de mayor infraestructura sanitaria, de asistencia y contención social.
Ese Estado presente requiere recursos y más allá de todos los alivios, nuestra tarea sigue siendo muy segmentada en aquellos sectores que han tenido capacidad económica, estamos gestionando aquellos atrasos de impuestos y se está haciendo un seguimiento diario de los sectores que tienen mayor capacidad económica.
A quienes no pueden cumplir, tratamos de que no se atrasen mucho y se buscan alternativas dentro de los planes de pago que tiene la Administradora, por todos los medios de que el vecino o contribuyente mantenga una regularidad fiscal por lo difícil que es luego ponerse en orden en materia tributaria”, analizó.
“Se hace un esfuerzo muy importante y se hace hincapié en la segmentación porque hay sectores que han trabajado muy bien en este tiempo”, reiteró. Por último, refirió que “el pago del impuesto inmobiliario rural ha caído pero queremos medirlo en un plazo mayor.
Hoy es muy difícil comparar con respecto al año pasado porque vencieron de manera muy distinta y queremos tener más estable el calendario, para poder comparar dos variables que efectivamente sean comparables”. De todas maneras, confirmó que “hay una merma en el grado de cumplimiento de pago del inmobiliario urbano y rural, y en el automotor”.