La instrumentación del Plan Verano, a cargo de Seguridad Vial de la Policía de Entre Ríos, tuvo su primera baja . Se trata del comisario inspector Carlos Eduardo García, subdirector de la repartición, a quien se «licenció» por orden directa del gobernador Sergio Urribarri, al no acatar las disposiciones que había adoptado la semana pasada, al poner en marcha el programa de seguridad en rutas y acordar la colocación de radares en lugares visibles.
Al parecer, García se olvidó de tal exigencia y cayó en desgracia. En su lugar, de modo interino, irá el comisario Angel Pasutti, uno de los oficiales más cuestionados de la conducción policial y allegado directo al subjefe de Policía, Juan Ramón Rosatelli. La novedad en torno al desplazamiento del comisario Carlos García se conoció en la mañana de ayer, en el marco del encuentro con la cúpula policial, organizado como despedido de año por el jefe de la institución, comisario general Héctor Roberto Massuh.
El error de García fue ubicar los radares vehiculares tan cuestionados por los automovilistas de buena parte del país y en especial de Buenos Aires- en lugares donde no eran observados por los conductores. Precisamente ese aspecto, en la improvisada conferencia de prensa dada por Sergio Urribarri la semana pasada, fue contundente al indicar que tales controles iban a estar asentados en lugares que se los podían ver a varios kilómetros y de esa manera los turistas se verían obligados a bajar la velocidad. Apenas enterado el gobernador de que su directiva no se había cumplimentado, ordenó el descabezamiento de García, aunque se le ordenó que se tome «licencia». Mientras tanto, en ese lugar quedó como interino el comisario principal Angel Pasutti, uno de los altos oficiales más cuestionados dentro y fuera de la fuerza de seguridad, especialmente por sus prácticas «non sanctas».