Ayer se llevó a cabo la jornada de alegatos en el juicio contra Juan Carlos Acuña por el homicidio de Josefina López, la joven de Concordia. La Fiscalía pidió la pena máxima para el único acusado del atroz crimen.
La solicitud se enmarca en la figura del homicidio doblemente agravado por alevosía y de género. Además, pidió se mantenga la prisión preventiva hasta la confirmación de la pena.
Por su parte, el tribunal desestimó el pedido de absolución planteado por la defensa del único imputado en el juicio, Juan Carlos «Vívora» Acuña.
Luego de la exposición de más de dos horas de la fiscalía, se pasó a un cuarto intermedio, según da cuenta Diario Río Uruguay.
Yo tengo un planteo, que lo tuve desde el primer momento en que asumimos como querellante en esta causa y creo que hay una falta de información al respecto», comentó el doctor Francisco Azcué, quien representa los intereses de la familia de la menor asesinada.
Para el profesional, «existen pruebas suficientes como para que los jueces lleguen a una certeza respecto a la materialidad del hecho, a la autoría, al móvil y a los agravantes», por los cuales «hemos formulado una acusación contra el imputado».
Entre los considerandos que para el abogado querellante se pudieron probar a lo largo del proceso, figura el vínculo que mantenía Josefina con el «Vívora» Acuña. «Donde tenían relaciones sexuales, es decir no solamente eran tío y sobrina», detalló.
Otro de los puntos que se pudo probar, siempre según Azcué, es el encuentro pactado entre ambos el 29 de julio de 2015, «en una parada de colectivo». Yendo a los minutos previos a la reconstrucción del desenlace, «Josefina sale de su casa, luego de ver el partido de Boca y es algo corroborado por testigos, atrás sale Acuña, la llevó a ese lugar y la puso en un estado de indefensión total», relató.
Según el letrado, al cuerpo de la víctima lo encuentran «porque Acuña era el principal sospechoso». Luego del macabro hallazgo «lo querían linchar a Acuña y ahí fue cuando se quebró y por eso tuvo que ser trasladado a la Jefatura».
Ademas, una vez detenido, «cuando la mujer le llevó la ropa, le preguntó y ahí él le dijo «la maté, negra», algo que fue escuchado por funcionarios policiales», rememoró el profesional. Aunque aclarando que fue una manifestación espontánea y no en el marco de una declaración indagatoria.