A los 60 años es otra vez, por dos años, su presidente. “Es como la quinta ya”, dice sonriendo sin tener la referencia exacta. Sin desmerecer, había que explicar que Pepillo no era el presidente de Parque cuando no ocupó ese cargo en una Comisión Directiva -venía de ser Secretario. Y aunque los cargos roten el compromiso es el mismo.
La situación económica del país, los interminables ajustes que terminan sufriendo siempre los sectores más vulnerables, el aumento de los servicios, el bolsillo de la gente y la baja en las ventas de las empresas hicieron un combo en la que se ven seriamente afectados estos clubes de barrio que a pulmón intentan seguir compitiendo a nivel profesional. En el medio de estas crisis donde la guita no alcanza y la pila de vencimientos se acumulan en tesorería, surgen más que nunca los dirigentes que aman a los clubes.
El presidente hace unos días en bicicleta recorriendo los comercios para juntar dinero y poder pagar el último viaje, que fue el de ayer y en unos días será otro y así sucesivamente en una cadena que los asfixiará a muchos. Con los extranjeros que vienen cada año a jugar en el plantel profesional viviendo en su casa y pasando las Fiestas. Prendiendo y apagando las luces del estadio cuando las voces se fueron. Subiéndose al aro en medio del partido para acomodar un tablero. Diciéndoles a un par de muchachos de la barra en la puerta del club en la previa a un partido: “Ustedes no entran por violentos”. Poniendo en riesgo su vida tantas veces, como hace unos años cuando una tribuna se le cayó encima, mientras la desarmaba. Viajando en su auto particular para que un jugador llegue a tomar un vuelo y pueda jugar esa misma noche…, etcétera. Los ejemplos podrían seguir, son miles en 60 años.
Cualquier cosa que uno quiera saber sobre Parque Sur la respuesta es la misma: “Preguntále a Pepillo”. Fuimos por eso, entre sus dos casas, en momentos delicados y difíciles para el club y su plantel en la Liga Argentina. ¿Hasta cuándo se podrá sostener el deporte profesional en esta realidad?
“El club tiene hoy 690 socios y los gastos para los clubes de barrio son cada vez más influyentes. Por citar un ejemplo, aún con el descuento que nos hace la Provincia, tenemos 5 medidores de luz -canchas de fútbol y básquet, piletas, náutica y el salón donde estaba la cancha de bochas-. La luz más el sueldo del personal y los profesores hace un número que nos cuesta cubrirlo a fin de mes”, comienza explicando el presidente.
Y agrega: “La variable que tenemos es aumentar la cuota societaria o de servicios pero la situación económica no está para poder hacerlo cada tres meses. La realidad es dura, no es más como años anteriores que a fin de mes te sobraba un pesito y podías iniciar alguna obra”, dice Pepillo Ibáñez.
-¿Cómo se puede sostener a un club de barrio jugando a nivel profesional?
-Somos un grupo muy minúsculo trabajando y consiguiendo los aportes para poder jugar el TNA. Es muy lindo verlo jugar a Parque en el básquet profesional pero creería que si esto no cambia por la situación económica y el recorte que sufrimos en los sponsors, si no se acerca gente a trabajar, si no se suma gente que nos pueda acercar sponsors es muy difícil seguir. Estamos jugando un básquet profesional con una estructura organizativa de un básquet amateur. Entonces así no se puede continuar, lamentablemente es una realidad.
-Sería interesante que la gente conozca cómo se arma el presupuesto para jugar la Liga Argentina. ¿Podés explicarlo?
-El presupuesto es uno de los más bajos para los equipos de la zona y se arma en su mayor parte en base a los sponsors y los aportes de los gobiernos municipal y provincial. El club pone las instalaciones, la logística, la gente que labura el día del partido y cuando vienen las delegaciones visitantes que se les da de comer -eso nos permite no gastar dinero en comida cuando viajamos-. Y el dinero que el club pone para el básquet profesional es el arancel que le cobramos a El Faro. Al tener problemas con el aporte provincial nos vemos complicados y esta pasión que tenemos por verlo a Parque Sur jugando a este nivel hace que sea cada vez más difícil de sostener.
-¿Cómo es la realidad del plantel en cuánto a lo económico?
-Uno debe agradecer a los jugadores y cuerpo técnico porque le vamos pagando sus salarios de a puchito. A nuestros proveedores lo mismo. Tenemos departamentos en alquiler, comidas, viajes que cada vez salen más caros y para los cuales juntar el dinero es muy complicado. La gente tiene que entender que el club no tiene recursos económicos para poder ayudar al básquet profesional. Y que este año participar en la Liga Provincial de intermedias va a ser muy costoso por los aranceles de los árbitros y lo que saldrán los viajes (un promedio de 10 mil pesos cada uno).
-Uno imagina que el mayor ingreso del club es por el básquet. ¿Qué va a pasar con el fútbol?
-Es un club de barrio en el cual el mayor ingreso es el básquet. El fútbol tendrá este año para sus categorías formativas una cuota de deportista, para sumar una colaboración porque no podemos cubrir los gastos de luz, profesores, coordinador y preparador físico. Vamos a ver si el fútbol nos puede ayudar un poquito para recaudar.
-¿Qué va a pasar con la pileta para este invierno?
-Terminamos el techo y ahora sigue el poder climatizarla. Lamentablemente estamos lejos aunque es un objetivo mediato y se están analizando otras alternativas como calefacción solar, con otro rédito y luego un ahorro en el consumo. Pero aún no está definido.
-¿Cuál es la realidad de la náutica?
-La parte náutica la pudimos mejorar un poco con aportes extras. Compramos un tractor reparado a nuevo con garantía. Estamos construyendo marinas nuevas para poder aumentar el parque náutico que es limitado por su capacidad en el agua y en la tierra.
-¿Cuál es la situación del hockey y qué pasó con las bochas?
-El hockey se solventa solo por suerte y es un deporte nuevo en el club. Y lo otro tomamos la decisión de desarmar el salón donde estaba la cancha de bochas porque no nos daba rédito. Queremos hacer un salón de usos múltiples para poder alquilarlo y vamos a hacer baños para eso. Queremos ver si podemos sumar 100 socios más este año, con estas iniciativas.
-Se te nota cansado, inclusive son muchos entre tus seres cercanos qué te han dicho que aflojés un poco, qué bajés un cambio. ¿Cómo se hace en la situación actual que describís para sostenerse?
-Es muy difícil pero tenemos que acercar dirigentes al club. Para mí eso es lo más importante. Nosotros somos un grupo que estamos abiertos para eso. Si hay algún hincha o simpatizante que quiera retribuirle al club lo que el club le dio en su formación estamos abiertos. Vengan, suménse a participar, ayudénnos. Más seamos más fácil se va a hacer.
-¿Cómo te imaginás dentro de algunos años respecto al club?
-Yo me imagino apoyando y en el club voy a estar siempre. Veremos qué dice el tiempo… Pero esto cansa, uno se cansa de andar, de gestionar, de poner la cara y en algún momento debe haber un recambio dirigencial. Espero que se renueven los dirigentes. Con el grupo que venimos trabajando desde hace 6 años el objetivo es terminar la pileta y vamos por eso.
–¿Y el futuro de Parque Sur cuál creés que será?
-El futuro del club tiene que ser un Parque prestador de servicios; veo muy lejos el deporte profesional si no hay un cambio, es inviable e imposible de esta forma. Lo estamos haciendo por corajudos y atrevidos. Habrá que tratar de tener la mayor cantidad de socios posibles y con eso poder seguir haciendo obras y generando recursos.
Fuente: Prensa Club Parque Sur.