Joaquín Furriel se refirió al episodio que vivió en un avión al regresar de Europa, cuando tuvo un accidente cerebro vascular isquémico.
Joaquín Furriel relató cómo vivió el ACV que tuvo arriba de un avión, cuando volvía de Europa, en octubre de 2015. En diálogo con Perros de la Calle, el programa de Andy Kusnetzoff en Metro 95.1, el actor recordó los detalles del incidente, y señaló que muchos pensaron que fue a causa de la cocaína.
“Yo sé que lo que me pasó asustó. Encima, yo me reconozco como un tipo sano, pero eso no quiere decir que no te pasen cosas”, señaló.
Enseguida, vinculó el ACV con el anterior accidente, cuando se fracturó una vértebra jugando con su hija en medio de las grabaciones de “Entre Caníbales”.
“Yo el año pasado tuve un accidente cuando estaba rodando ‘Entre Caníbales’, me fracturé una vértebra dorsal y estuve a un milímetro de quedar comprometido. Tenía unos diez kilitos de más para el personaje, yo estaba muy entusiasmado de trabajar con Juan Campanella y de repente estaba grabando, ensayando una comedia que iba a estrenar y a todo esto le sumé que el domingo fui a ver a Racing al Cilindro que le ganamos 1 a 0 a Independiente y cuando llegué a casa me puse a jugar con mi hija en la cama, un juego pavote, y ahí me fracturé. Para mí ese era el mensaje del año: si vas a comprometerte a 10 kilos de más tenés que vivir de otra manera“, recordó.
“Cuando me dan el alta me voy de vacaciones con mis amigos, después con mi hija, después con quien era mi pareja en ese momento. Cuando me tomo un avión en Londres a Buenos Aires, como y veo una película que está buenísima pero no se la recomiendo a nadie porque me desperté con un ACV. Terminé de verla, le pegué ocho horas de corrido durmiendo, y eso que no tomo nada para dormir, ¿viste que hay gente se toma un Alplax para viajar? Y cuando me despierto siento un cansancio enorme. Todos empiezan a aplaudir por el ballotage, un inglés me pregunta por qué aplauden, yo le cuento que hay elecciones y después un argentino me dice ‘¿vos sos K o no?’. Entonces yo le contesto y es ahí cuando me doy cuenta que no podía hablar“, agregó Furriel.
“En ningún momento me di cuenta de que me estaba pasando algo raro, yo pensaba: ‘Es el cansancio‘. Perdí la noción del tiempo y para mí todo era cansancio. Cuando llego a Buenos Aires quiero abrir el teléfono con la clave y no podía mover la mano izquierda. Entonces hice todo con la mano derecha”, detalló el actor.
“No todos tenemos el mismo umbral de dolor y conciencia frente a un accidente”, resaltó, y reveló que cuando se fracturó la vértebra entró caminando al hospital. “Para mí era una plaquita y enseguida me terminaron internando”, señaló.
Y continuó: “Bajé del avión y encaré para migraciones para hacer el trámite e irme a dormir a mi casa y ahí Naomi (su novia), con quien yo viajaba en ese momento, me dijo: ‘Joaquín, tenés la mitad del rostro quieto‘. Y esa determinación fue esencial. La verdad que ella estuvo divina en todo el proceso de recuperación. Ahí me dijo: ‘Yo quiero que te vea un médico’”.
Enseguida lo atendieron en Ezeiza y pidieron una ambulancia que lo llevó a la clínica. “Cuando me despierto veo a Naomi, mi novia de ese momento, a mi ex y a mi mamá. Suerte que no estaba mi hija porque sino hubiese pensado que estaba realmente complicado“, destacó.
“Después el doctor me dice: ‘Mire Furriel -porque me trata de usted él-, usted tuvo un ACV isquémico leve en la parte cognitiva. No le va a quedar ninguna secuela. Yo le recomendaría que, si usted puede económicamente y aunque crea que puede volver a trabajar, durante tres meses no haga nada. Si usted tuviera 60 años le recomendaría que empiece a trabajar mañana para que no conecte con la finitud, que no empiece a tener miedo. Pero usted es una persona joven‘”, observó.
Además, reconoció que mucha gente pensó que el incidente tuvo que ver con las drogas. “Dijeron ‘viene de Europa, se pasó con la falopa’. El 60% de las personas de nuestra generación que tienen un ACV es por consumo de cocaína“, manifestó Furriel.
“Realmente hace un mes y medio que entendí lo agradecido que tengo que estar con la vida. El doctor me dijo que hay un 30% de pacientes que sufren un ACV que no se puede explicar el motivo y que yo estaba en ese 30%”, indicó.
“Yo no me dejaba mucho mimar y ahora estoy en otro momento. Cuando empezás a habitar el miedo y habitar la vulnerabilidad dejás de tenerla porque la compartís. Un día entendí el agradecimiento porque de los dos accidentes que tuve, los médicos me dijeron lo mismo: ‘Furriel, usted tuvo mucha suerte’. Entonces entendí que estoy viviendo una suerte de bonus track. La experiencia me queda de por vida”, concluyó.