La provincia reclama garantizar los partos respetados en el marco de la pandemia por Covid-19, pero en muchas maternidades no se está cumpliendo con un criterio definido. El COES emitió un protocolo con lineamientos a seguir.
En todo el mundo se celebra por estos días la “Semana del Parto Respetado”, y eso ha generado interesantes debates. En Entre Ríos, el Ministerio de Salud de la provincia es claro: “En la Semana Mundial del Parto Respetado, las maternidades de toda la provincia deben garantizan el acompañamiento y asistencia hacia las gestantes, especialmente frente a los miedos e inquietudes que provoca el estado epidemiológico actual por Coronavirus”. Ahora bien, esta semana fue clave para que el protocolo elaborado por el Comité de Organización de Emergencia de Salud comience a aplicarse en maternidades con dependencia provincial. ¿Y qué pasa en el sector privado? En Concepción del Uruguay, el debate aún no se instala.
La provincia, a través del Comité de Organización de Emergencia de Salud, emitió el protocolo COES Nº 48: “Lineamientos para el seguimiento, contención y atención de la persona gestante y el recién nacido en el contexto de la Pandemia Covid – 19″, a fin de restringir la propagación de esta infección a la población gestante y los recién nacidos; proveer una atención segura durante la gestación, el trabajo de parto o cesárea de aquellas personas con sospecha/confirmación de la infección por el virus.
A propósito de la elaboración del protocolo, resaltan la importancia de la Ley nacional 25.929 de Parto Humanizado, cuya aplicación es obligatoria en todo el sistema de salud y que contempla todos los derechos que tienen las mujeres en el transcurso del embarazo y durante el trabajo de parto.
En ese marco, lo fundamental es el respeto y el apoyo a la decisión que toma la mujer acerca de con quién quiere parir, en qué posición (ya sea de forma vertical, en cuclillas sola o sostenida, sentada en un banquito o acostada), y con quién elige estar acompañada en el momento de dar a luz. Asimismo, las embarazadas tienen derecho a recibir información para poder decidir sobre estos aspectos, a que respeten su privacidad, la libertad de movimiento en el trabajo de parto y el contacto piel a piel con el recién nacido.
Las recomendaciones del COES
El Comité de Organización de Emergencia de Salud (COES) es la entidad que ha definido cada protocolo de las actividades en la provincia. De todas. Desde las salidas recreativas, hasta la apertura de comercios, los permisos laborales y los protocolos funerarios. Todos los protocolos tienen la aprobación del COES. De esta manera, también se elaboró un protocolo para la maternidad.
El protocolo indica que “el acompañante de la embarazada debe ser menor de 60 años y no poseer enfermedades preexistentes. Además, al ingresar al establecimiento sanitario se recomienda como medida preventiva que la persona pase por un triage de identificación de casos sospechosos de Coronavirus, y que una vez pasada dicha instancia se higienice las manos frecuentemente, limite tocar las superficies y seguir las normativas vigentes de protección propia y del entorno”.
En la ciudad
Ahora bien, la “Semana del Parto Respetado” abrió un fuerte debate ya que en instituciones de la provincia, públicas y privadas, esto no está ocurriendo. En Concepción del Uruguay, por ejemplo, la maternidad privada que funciona en la Cooperativa Médica no permite el ingreso del acompañante al parto, algo considerado “fundamental” a la hora de hablar de “parto respetado”. Pero también en diferentes hospitales de la provincia, había diferencias de criterio al respecto.
Con fecha del 15 de abril, el Ministerio de Salud de la Nación, en un informe titulado “Recomendaciones para la atención de Embarazadas”, indicó que “Aún con políticas de restricción de visitas, se permitirá la presencia de una persona sin infección, ni sospecha de COVID-19, elegida por la gestante como acompañante, tomando en consideración que la persona sea menor de 60 años y no posea enfermedades preexistentes”.
Por ello, la intención de la provincia es que se apliquen los protocolos correspondientes para garantizar un “Parto Respetado” en la ciudad y en la provincia. Más aún en estos tiempos, donde el temor de la pandemia, en el final de un embarazo, genera grandes incertidumbres. El derecho de esas madres y de esos niños por nacer, es que la incertidumbre y la angustia, se reduzcan lo más posible.