Terminal Portuaria de Concepción del Uruguay (TPCU) una empresa armada para operar contenedores, tendría tomada la decisión de dejar el Puerto local. La provincia compró una grúa para realizar el trabajo, pero aún así la actividad está paralizada. TPCU en una empresa de capitales uruguayenses, con tres socios ligados, de alguna
manera, a la política regional. Es una especie de privatización, que se llevó adelante bajo la forma de Terminal Portuaria, es decir sectorizando el Puerto en diferentes áreas y concesionándola a un operador privado.
La provincia de Entre Ríos debió transferir la responsabilidad de la prestación de un servicio al nuevo operador -en éste caso la operación de contenedores- que se deben prestar a los buques y a las cargas que se muevan en el puerto uruguayense. El proceso tiene el aval de la máxima investidura gubernamental provincial. El sistema portuario entrerriano trabaja sobre la base de la figura del puerto estatal -en el caso de los puertos más chicos- y el de ente autárquico para las estaciones fluviales más importantes, entre ellas, la de Concepción del Uruguay.
Así, el ente autárquico, es una figura legal portuaria eminentemente pública y descentralizada con facilidades para ejercer el poder de policía y el control operativo. Con el fantasma del Grupo Senor, propietario de Grandes Maquinas, todavía en el horizonte, el caso de TPCU amenaza convertirse en un nuevo capítulo de una serie que ha
dejado al Puerto local sin muchos de los servicios que tenía hace una década. Entre ellos, las cámaras de frío para acopio de cítricos, casualmente, ubicadas en el mismo galpón cedido a TPCU. El contacto con los empresarios responsables no fue posible, pese al diálogo mantenido en el lugar con uno de los empleados y su posterior llamado a este medio, para concretar una entrevista que nunca ocurrió.
De todos modos, como el tema fue consultado en su momento -noviembre de 2011- a Leonardo Cabrera, presidente del Ente Autárquico Concepción del Uruguay, es posible establecer que «la operatoria con contenedores se realizaría en el galpón número siete, que fuera habilitado para depósito fiscal». De igual manera, la asignación «de un frente de atraque y utilaje para la operatoria del buque Sofía S o cualquier otro buque que TPCU SA autorizara a operar allí». El objetivo planteado desde TPCU SA sería el de conectar por vía fluvial nuestra región con el puerto de Montevideo, al que se llevarían contenedores.
Según declarara Cabrera a la Prensa Federal, el buque Sofía S, «tendrá una capacidad de 300 contenedores de 20 pies. Con el dragado de emergencia, podremos navegar sin problemas y las principales navieras (Maersk, Hamburg Sud y Evergreen), ya han estado en la ciudad interesadas en traer contenedores. Tenemos lista toda la parte pesada de la reconversión del buque y sólo nos resta la implementación de la logística, gran parte de este trabajo lo hemos hecho con gente de la ciudad y eso también nos llena de orgullo». Por su parte, Carlos Schepens declaró en la misma nota que «esto es una nueva fuente de trabajo que se habilita en nuestra ciudad, porque este lugar será el único en la región que podrá llenar contenedores o vaciarlos para ingresar mercadería al país»
Una grúa para uso privado
La provincia de Entre Ríos adquirió a través de una licitación pública a la empresa Tecmaco Integral, una grúa cuyo costo ascendió a $ 2.949.245, sobre un presupuesto de 3 millones que había dispuesto por el gobierno provincial para la adquisición del equipo. Según las gacetillas de prensa que emitió la administración Urribarri, la adquisición fue «para poner en funcionamiento el servicio de transporte de contenedores en el puerto local.
La ciudadanos esperan ver la reactivación de las actividades en este sector de la ciudad», señaló. Pero una vez adquirido el equipamiento, el Ente Puerto Concepción del Uruguay argumentó que al no poder sostener la grúa containera por falta de fondos, se decidió avanzar en la tercerización de la explotación y mantenimiento de la misma. Leonardo Cabrera aclaró entonces que «no se puede hacer frente a los altos costos que esto representa»
Gremialismo de anticipación
El titular local de los trabajadores estatales, Oscar Muntes, anticipó la jugada hace tres años a diferentes medios locales y regionales, señalando que «el puerto local ha perdido su condición de generador de empleo y reactivación económica».
Fue casi la única voz que advertía un intento de privatización del puerto uruguayense y la reducción de la planta de personal» que actualmente cumple funciones en esa estación fluvial, siguiendo un esquema similar al que se intentaría llevar adelante con los trabajadores del ex Ministerio». El ensayo de privatización llevado adelante con TPCU, puede mostrar un camino que recién se inicia, pero que agrega preocupación a los trabajadores si es que se concreta su alejamiento de la terminal portuaria.