No es mi propósito hacer uso de la posibilidad que brinda el ejercicio de la función desempeñada en la titularidad del Concejo Deliberante de esta ciudad; opto por hacerlo en forma personal, desde el lugar de un ciudadano común que observa con preocupación y tristeza, como se mancilla el honor y credibilidad de un funcionario, atribuyéndosele irresponsablemente declaraciones o juicios cuya veracidad no pueden sostener.
La difícil y crítica realidad económica y social que atraviesa nuestro pueblo, lamentablemente, tomada por inescrupulosos con fines que están más allá de las dificultades para superarlas y que no tienen otro propósito que atizar enfrentamientos, generar el miedo y ubicar en el rol promocional del descontrol, a quien solo puede ser señalado por la mezquindad y bajeza de aquellos que utilizan la mentira para alcanzar la trascendencia que su mediocridad les niega.
Las predicciones sobre nefastos acontecimientos que podrían desencadenarse en octubre no son fruto de la irresponsabilidad de un título sensacionalista vendedor; lleva la inequívoca impronta del daño y difamación a una persona que ha sabido enfrentar y sobrellevar situaciones sociales generadas por la incompetencia y la ausencia de sensibilidad de quienes debían atender realidades innegables.
No hay un soporte audiovisual, sonoro o testimonial que certifique lo atribuido al Dr. Lauritto; hemos sido testigos en este tiempo de gestión, de su permanente preocupación por la creciente precarización social, la vulnerabilidad de las condiciones de vida de sus conciudadanos uruguayenses alcanzados por los despidos, por la falta de empleo, por la baja de beneficios, por la imposibilidad de atender las necesidades más básicas y perentorias a las que, por su dignidad humana, tienen derecho; pero, la atribución de predicciones como las difundidas recientemente, es claramente una difamación a quien ha probado reiteradamente la solidez de sus valores éticos, morales y republicanos.
MARTIN HECTOR OLIVA
DNI. 20326435