Diego Lara, el exdiputado provincial, asumió este miércoles como presidente del Tribunal de Cuentas de Entre Ríos. La ceremonia se llevó a cabo en presencia del gobernador Gustavo Bordet, la vicegobernadora Laura Stratta, el presidente del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Martín Carbonell, el presidente de la Cámara de Diputados Ángel Giano, el intendente de Paraná Adán Bahl, entre otros funcionarios y legisladores.
«Tuve que tomar una determinación en mi vida personal. Dejar de lado lo que siempre hice en las responsabilidades para hacerlo desde otro lugar. A partir de hoy en el máximo órgano de control del gasto público del Estado. Lo voy a hacer teniendo en cuenta que no me voy a apartar del compromiso que siempre tuve como vocación de servicio», reflexionó el flamante titular del Tribunal de Cuentas provincial.
En esa línea, destacó que «esa vocación de servicio debe necesariamente ser volcada en esta nueva función, totalmente distinta, que tiene que estar enmarcado en el estricto apego en el cumplimiento de la ley, en un órgano que debe regirse en su conducción con criterios objetivos, independientes, profesionalizados». Asimismo, abogó por un mayor «respeto en los valores del sistema democrático, con criterio de idoneidad y ética en la función pública».
Desafíos
«Hay un gran desafío por delante. El Tribunal de Cuentas a nadie escapa la enorme gravitación que tiene en el funcionamiento público. Hace que el Estado funcione y funcione correctamente. Tiene el cometido de responder a todas las demandas sociales de la sociedad actual que requiere que los controles funcionen correctamente, que se apliquen», reflexionó.
Al respecto, remarcó que «hay mucho camino por delante». «Hoy se inicia una nueva etapa en la vida institucional en el Tribunal de Cuentas, determinada por estas asunciones. Tiene que ser una etapa de trabajo y compromiso. Lo vamos a hacer. Necesitamos que haya una mirada de acompañamiento, para contribuir a la calidad de la gestión pública», afirmó.
Finalmente, anticipó que trabajará para modernizar el organismo, con «incorporación de tecnología, en nuevas técnicas de control para hacerlo más eficaz y lograr la transferencia en la gestión pública».