La denuncia la realiza el padre de una niña de 12 años que mantenía contactos con un hombre que le pedía fotos sugestivas a cambio de crédito telefónico. Allanaron su casa y lo detuvieron. De las pericias realizadas en el teléfono surgen contactos con medio centenar de adolescentes.
El Grooming es un término que se utiliza para describir la forma en que algunas personas se acercan a niños y adolescentes para ganar su confianza y poder abusar de ellos. El contacto comienza a través de las redes sociales y a medida que pasa el tiempo y el delito no es advertido por un mayor, se convierte en físico.
Los padres de la niña tomaron conocimiento de lo que estaba pasando y no dudaron en hacer la denuncia en la Fiscalía. La niña recibía mensajes en su teléfono por parte de una persona que le pedía fotos de determinada parte de su cuerpo, en tal posición, y a cambio de crédito telefónico.
El caso recayó en la fiscal Martina Cedrés, que como primera medida ordenó el secuestro del teléfono de la menor para realizar las pericias y obtener la información necesaria sobre el acosador. Una vez que se tuvo todo lo necesario, se consiguió una orden de allanamiento y la detención del sospechoso. El 20 de agosto, en una vivienda de Larroque, se realizó el procedimiento y se detuvo al hombre de 33 años sospechado de ser quien mantenía contacto con la menor. Este sujeto ya había sido allanado en otras ocasiones, en donde había sido denunciado por abuso, pero nunca se encontró nada para inculparlo.
Fue trasladado a Gualeguaychú y tras la indagatoria se requirió una prisión preventiva de 30 días que todavía cumple en la Jefatura Departamental. Mientras tanto se prosiguió con la investigación y con las pericias del material secuestrado en el allanamiento.Su teléfono celular fue llevado al área de Inteligencia Criminal de la Policía de Entre Ríos y de ese informe surgió que este hombre mantenía contactos con unas 50 menores, con la misma carga erótica que tenía con la gualeguaychuense de 12 años.
Este hombre tiene tres cuentas de Facebook con su verdadera identidad. En todos sus contactos aparecen adolescentes menores de edad de distintos puntos del país y desde esas cuentas haría el abordaje a sus víctimas; y de allí obtendría los números telefónicos para pedirle fotos a cambio de crédito.