En época de lluvias el equipamiento utilizado para poner en condiciones las calles suele escasear. Desde hace varios días, el clima viene jaqueando a las autoridades en este sentido y ayer obligó a meter mano a algunas reliquias que aún funcionan a la perfección, como es el caso de esta antigua máquina de la época de tracción a sangre, adaptada a la modernidad en la década de los años 70.
Sirve para salir del paso en ocasiones como las apuntadas y habla de que, cuando hay voluntad, es posible afrontar situaciones de restricción presupuestaria, como las actuales, utilizando recursos que en épocas pasadas dieron muy buenos resultados. Estos equipos fueron quedando en desuso y, aunque no sirven para reparaciones en zonas demasiado urbanizadas, en virtud de que su rodamiento es de hierro, se las arreglan perfectamente en lugares como el acceso, tal como se aprecia en la gráfica.