La diva de los almuerzos abrió el camino, su hija hizo lo propio con su matrimonio. Pero Juanita desafió cualquier convencionalismo. Los amores en fotos.
Paradojas de la farándula: conocemos todo acerca de Juanita, algo de Marcela y muy poco sobre la vida de Mirtha. La más famosa del clan Tinayre hace magia a la hora de exponer su verdadera personalidad.
Quienes piensan que Legrand es una señora pacata, capaz de escandalizarse frente a la agitada «trayectoria» de su nieta, deberían revisitar el currículum de la diva.
«Nieta de tigre» es la expresión que mejor le cabe a la bella Juana. A regañadientes, durante varias entrevistas que le hicieron en los últimos años, la reina de los almuerzos admitió que a lo largo de su matrimonio debió luchar contra algunas infidelidades de su marido, y que antes de conocer a Daniel Tinayre estuvo de novia con un militar cordobés; migajas de una existencia intensa que elige mantener a buen resguardo.
Primero, Rosa María Juana Martínez Suárez –tal su verdadero nombre– fue una chica adelantada a su época que en 1941, y con sólo 14 años de edad, se convirtió en una de las estrellas más importantes del cine nacional. Su madre, bisabuela de la protagonista de Malparida y que hoy está en boca de todos, tampoco se quedaba atrás. Hay que ser valiente para venir sola y con tres hijos desde Rosario –era viuda–, persiguiendo el objetivo de que sus preciadas gemelas triunfen en el mundo del espectáculo.
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