La Pulga tuvo distintas sensaciones tras el sueño frustrado de ser campeón en Brasil. Sin embargo, en el Barcelona estuvo intratable. Fotos.
El año de Lionel Messi puede ser visto como positivo o negativo según de qué lado se lo mire. El rosarino no pudo obtener ningún título en el año, quedó en las puertas de ganar su primer Mundial con la selección mayor, pero se convirtió en el goleador histórico de la Liga de España y la Champions League.
Frustración Mundial. Messi estuvo cerca de cumplir su sueño, el de ser campeón mundial con la Argentina. Tras una gran primera fase, donde convirtió cuatro goles, la Pulga no pudo repetir de octavos de final en adelante y terminó quedándose sin la preciada copa por la derrota ante Alemania.
Sin embargo, a Messi le quedó el premio consuelo de haber ganado el Balón de Oro de la FIFA, galardón bastante discutido por los periodistas e incluso por Joseph Blatter, quien dijo que fue un error haberle otorgado tal premio al capitán argentino.
Rompe redes. Lo que nunca paró de hacer Messi fue meter goles. Fiel a su costumbre, el delantero siguió pulverizando récords y en esta temporada dejó atrás las históricas marcas de Telmo Zarra y Raúl González.
Al ex Athletic Bilbao lo sobrepasó nada menos que con un triplete ante el Sevilla, mientras que al ex Madrid lo superó con un triplete ante el Apoel de Chipre y llegó a los 74 goles en Champions League.
Qué le queda. A comienzos de año será la entrega del Balón de Oro de la FIFA al mejor futbolista y nuevamente Messi está en la terna. Claro que no la tendrá fácil porque enfrente estará Cristiano Ronaldo (último ganador) y Manuel Neuer (arquero campeón del mundo).
Otro de los retos que le quedan por delante a Leo es convertirse en el goleador histórico de la Selección. Gabriel Batistuta es la nueva zanahoria de Messi y lo aventaja por 14 goles. La Pulga podrá reducir la cantidad en la Copa América de Chile.
Por último, si de títulos hablamos, Messi también podría ser el futbolista argentino más ganador en el mundo, ya que está a dos copas de Esteban el Cuchu Cambiasso, quien ostenta 23 vueltas olímpicas contra 21 del rosarino.