Antes de viajar a la ex URSS, donde desea entrevistarse con los militantes de Greenpeace, la actriz presentó una campaña de champú y adelanta que volverá a filmar con el director de Infancia clandestina. 
Hago cine, televisión y también canto, es parte de mi personalidad.” Esta frase define a Natalia Oreiro, quien multiplica sus horas. Consiguió grabar para televisión, ensayar para su próxima gira internacional e incluyó en su agenda el rodaje de un videoclip para una campaña de productos para el pelo.
“Filmé en una sola jornada de veinte horas –contó–. No soy bailarina, por eso quise hacerlo muchas veces. Creo que con los errores permitiría hacer otro videoclip. Hago muchas cosas distintas, y en todas trato de poner algo mío. Mi mamá es peluquera y eso se relaciona mucho con mi actual personaje en Solamente vos, de ahí que Aurora también tenga este oficio. Crecí mirando cómo las mujeres lloraban y se confesaban porque se habían peleado con sus novios o maridos. Mi madre las consolaba, les decía que un corte de pelo, un brushing o una permanente las podía ayudar y se iban contentas. Una peluquería es el diván de un psicólogo. Desde que tenía cuatro o cinco años agarraba un cepillo de pelo y me ponía a cantar como si fuese un micrófono. Para mí, el cabello siempre es y fue protagonista, por todo esto nunca me vas a ver mal peinada, me siento mucho mejor con la autoestima”.
Anticipó que descansará durante los primeros seis meses del 2014: serán como “el reposo del guerrero”, aunque hasta enero del próximo año su imagen se siga viendo en Solamente vos por El Trece. “El 20 de diciembre terminamos de grabar y probablemente se extenderán las emisiones hasta el 20 de enero, aunque serán más cortas”.
—Cuando hiciste ‘Música en espera’ encarnaste a una embarazada, sin haber pasado por esa experiencia: ¿qué cambió de tu interpretación de Aurora en ‘Solamente vos’, quien también está embarazada?
—Ahora me toco mucho la panza y ya me paro como embarazada, antes no. Todo se relaciona con haber tenido a Merlín. En la actualidad, me coloco la panza artificial e inmediatamente mi cuerpo sabe qué postura tomar.
—Ya se emitieron escenas eróticas –así embarazada– junto a Adrián Suar: ¿te hubieras atrevido antes?
—No estaban pautadas. El guión sólo decía que mi personaje se ponía un deshabillé y hacía un baile erótico frente a Juan. No lo ensayamos, cuando se empezó a grabar fue espontáneo. Creo que llamó mucho la atención porque Aurora está embarazada, pero todo es natural: en mi vida soy espontánea y no tengo prejuicios.
—¿Qué sentiste al recibir el premio Cóndor de plata como mejor actriz por ‘Infancia clandestina’?
—Mucha emoción, sobre todo porque es un tema que no hay que olvidar y que se debe seguir difundiendo. Aunque ya había hecho otros papeles dramáticos para el cine –como en Francia–, sentí que en Infancia clandestina pude bucear mucho más en mi interior; además, el director Benjamín Avila estaba contando su propia historia –tiene a su madre desaparecida– y él estaba mirándome detrás de la cámara. Sentí un doble compromiso por lo que estaba contando. Creo que esa “mucha verdad” se trasmite desde la pantalla; pero no sólo sucedió con mi papel, me parece que eso le sucedió también a todos mis compañeros de elenco. Además, gracias a este personaje me vio Lucía Puenzo y me ofreció filmar Wakolda.
—Competirán por el premio Oscar…
—La película es precandidata, veremos si se llega o no. Trato de no programar esas cosas, lo veo de manera lejana y tampoco quiero hacerme mayores expectativas. Quiero disfrutar el hoy y el haber vuelto a cantar hace que la semana que viene me vaya a Rusia.
—Los argentinos de Greenpeace detenidos justamente en Rusia dijeron que fuiste muy solidaria y que cuando vayas intercederás por su libertad. ¿Es así?
—Cuando sucedió todo lo que pasó hice campaña con sus fotos. Me encantaría poder ir a visitarlos, pero sé que son muy estrictos con ese tema. Veremos qué se puede hacer. Previamente a esto, ya tenía programada mi gira, vamos a tocar el 9 y 10 de diciembre en Moscú, el 12 estaremos en San Petersburgo y el 14 estaré en Krakovia (Polonia). Después regreso para terminar de grabar Solamente vos.
—¿Qué canciones vas a llevar?
—Serán veintidós temas de todos mis discos, más tres nuevos. Viajaremos veinticuatro personas. Somos una banda de doce músicos, más técnicos, maquilladora, peluquero, vienen mis padres, mi marido y mi hijo. Estuve muchas veces en Rusia, canto en el idioma y un tema con ritmo de zarzuela que interpretaba Lolita Torres lo transformé en bolero. Filmé una teleserie en ruso (Al ritmo del tango, 2005), por eso hablo el idioma y mi relación con ese país es de muchos años.
—¿Sos consciente de cuánto ayudó a difundir la lactancia materna tu publicidad para Unicef?
—¿En serio? ¡Qué bueno! Es muy importante que todo el tiempo que puedan hacerlo lo hagan, pero hay mucho prejuicio. También está el tema de que la mujer trabaja y eso limita mucho, tal vez en mi caso pude exigirlo, pero otras madres no pueden hacerlo. Propusimos que tengan herramientas. Hay algunos pediatras que no le dan importancia, pero hay que subrayar que la lactancia materna hasta los dos años previene enfermedades, tanto en el niño como en las mamás. Creo que cuando Merlín crezca se va a poner muy contento de verse en esa campaña. Sentí que era algo verdadero, por eso quise ayudar a luchar contra ese prejuicio.
—¿Le reprochaste a tu hermana la coincidencia de vestidos con Verónica Lozano?
—Ni fue culpa de ella ni lo sabía. Por suerte, tanto Verónica como yo lo tomamos con mucho humor. Puede pasar, siempre hay más de un vestido en las colecciones. Ella pidió vestirse por nosotras y le achicaron el modelo. Tengo todos en mi casa y, como trabajo veinte horas por día, de apurada elegí uno y dio la casualidad que era el mismo. Me sentí mal por Verónica, porque ella nos había elegido a nosotras para vestirse, pero por suerte lo tomó bien y se dio cuenta que no había sido a propósito.
—¿Hay temas prohibidos con tu marido (Ricardo Mollo)? ¿Hablan sobre lo que pasó con Jorge Lanata, a quien calificó de “muñeco con hilitos al que le deben estar poniendo lindos billetes”?
—Somos una pareja muy normal, como el resto de las parejas. Nosotros vivimos la vida de una manera muy natural, quizás tenemos un trabajo muy expuesto.
—¿Sus declaraciones te trajeron consecuencias negativas?
—Nada de lo que pueda decir Ricardo a mí me va a traer alguna consecuencia negativa, en absoluto. Es la persona que elijo hace doce años y estoy profundamente enamorada de él y comparto todo lo que él hace y dice; somos una pareja por eso justamente.
—¿Coincidís con él en todo?
—Coincido con Ricardo en todo, por eso estamos juntos.
—¿Te molestó la respuesta que le dio Lanata desde la radio?
—No estoy enterada de nada. Por suerte, tengo mucho trabajo y además un hijo que disfrutar.
“Le sigo dando el pecho”
“La maternidad me dio mucha más seguridad –afirmó Oreiro–. Siento que no hay nada más importante, sólo te importa que te quiera él.”
Estas últimas semanas fueron complicadas para Oreiro: “Ensayé mis temas musicales y ocupé los fines de semana en grabar este videoclip para la campaña de Sedal. Ricardo es un gran compañero, el que volviera a trabajar después de seis meses fue una decisión de ambos. Lo único distinto es que pensé que las grabaciones de la tira iban a terminar en septiembre, para que pudiera preparar tranquila mi gira durante esos meses. Pero me pidieron desde el canal que extendiera los capítulos hasta noviembre y ahí se me complicó. A la gente le gustó la novela, tuvimos otra charla en casa y lo decidimos. Hay un acuerdo de pareja: el año que viene no trabajaré durante seis meses.”
Su militancia con el tema de la lactancia lo ejercita con ella misma: “Le sigo dando el pecho a mi hijo. Cumplió veinte meses y en enero tendrá los dos años”. Su figura luce espléndida: “Ahora peso lo mismo que antes de quedar embaraza, pero había subido treinta kilos. Al mes de dar a luz empecé a entrenar”.
En la conversación no podía faltar su hijo: “En vez de jugar con una pelota, elige una guitarra, pero tiene que ver con el ambiente en que crece.”
Confirma que en el 2014 filmará una biopic sobre Juana Azurduy con dirección de Benjamín Avila, el mismo de Infancia clandestina. “Me dedicaré exclusivamente a esto.”