El actor animó la noche en un boliche de Ramos Mejía, y se emocionó hasta las lágrimas.
Matías Alé volvió a trabajar. Luego de su conflictivo casamiento y posterior divorcio de María del Mar, y el brote psicótico que lo tuvo internado durante 40 días, el acotr se enfrentó al público en la noche de Ramos Mejía.
Matías fue contratado por Pinar de Rocha para hacer una presentación ante cientos de personas, y estuvo con su sonrisa característica y toda su simpatía.
“Estoy muy contento, muy acompañado, estoy con mi amigo Alejandro Müller. Los médicos me autorizaron a trabajar, a hacer esta presencia. Ya firmé un precontrato para hacer teatro de acá a dos meses y tengo tres presencias más en los próximos días. Estoy feliz de poder volver al ruedo despacito”, comentó el actor en Desayuno Americano.
“Me pasó un tren por encima pero hoy me siento más fuerte, más hombre”, agregó. “No la pasé bien, fueron 43 días de estar internado, estaba preso, no podía ver a mi familia, a mis seres queridos, amigos, no podía disponer de mi libertad. No la pasé bien. Y después, toda la recuperación, que fueron tres meses de estar aislado… Recién hoy es mi primera salida. Hay cosas que me acuerdo y otras que no, las veo en terapia y estamos intentando recuperar recuerdos. La ‘bendición del omelette’ no me la acordaba. Al principio me sentía avergonzado y ahora pensé en usarlo para un unipersonal“, sostuvo.
Sobre su ex, María del Mar, manifestó que “desde que firmamos el divorcio, no hablamos más”.
“Pasaron cosas que no nos hicieron bien y nos hicieron separar. Hoy estoy pensando en mi recuperación, en mi futuro y en mi crecimiento”, subrayó Alé, a la vez que destacó que recompuso la relación con su madre.
Por otro lado, en diálogo con Intrusos, el actor se mostró conmovido y con lágrimas en los ojos. “Tenía mucho miedo”, reveló.