Martino bate récords, pero no enamora

Martino bate récords, pero no enamora El Barcelona le ganó al Espanyol y sigue puntero. Igual, el público reclama la excelencia del pasado y examina al técnico en cada partido. Martino bate récords, pero no enamora

EFE
Tras cien días en el como entrenador del Barcelona, Tata Martino puede presumir de resultados, al convertirse en el mejor técnico debutante en la historia contemporánea del club capaz de mantenerse invicto en sus primeros diecisiete partidos oficiales.
Ayer, en el derbi catalán ante el Espanyol, que su equipo se llevó por un ajustado 1-0, el rosarino sumó la decimotercera victoria (11 en Liga y dos en Champions) desde que el pasado 27 agosto aterrizara de urgencia en Barcelona para suplir a Tito Vilanova.
Unos resultados que, hasta ahora, le han servido para levantar la Supercopa de España, liderar el campeonato doméstico con 34 puntos y dejar bien encaminado el pasaje a los octavos de final de la Liga de Campeones tras ganarles al Ajax y al Celtic y empatar con el Milan, tres históricos europeos en horas bajas.
Sus números en Liga son, hasta el momento, idénticos a los que Tito Vilanova consiguió la temporada pasada en la primera vuelta más perfecta de la historia del campeonato español con 18 victorias y un empate en 19 partidos.
En este inicio de temporada, el rosarino también se lleva la batalla numérica en comparación con los arranques de temporada que culminó Josep Guardiola en sus cuatro temporadas bajo la batuta del, según Martino, “mejor equipo” de la historia del fútbol.
Pero, pese a su contundencia numérica, al Barça de Martino le sigue faltando duende. Su fórmula sirve para vencer, pero no para convencer a una afición que, en el último lustro, se ha acostumbrado al caviar futbolístico.
Consciente de que el Camp Nou siempre lo comparará con Guardiola, el argentino antepone los resultados a un estilo que parecía innegociable. “No creo que tengamos que hipotecar los resultados mientras buscamos nuestro mejor nivel. Las maneras se tienen que respetar porque la gente está acostumbrada a este fútbol. Mientras tanto, tenemos que ganar los partidos, y después encontrar nuestra mejor versión”, reconocía en la previa del derbi.
Tata ha introducido matices tácticos que, a veces, contradicen la máxima cruyffista de defender con la posesión de balón.
El Barcelona cumple, pero su ‘ADN’ muta según las características del rival. La verticalidad y los balones largos se han convertido en algo más que un recurso, hasta el punto que Valdés y los centrales se han abonado al desplazamiento en largo.
Incluso Xavi e Iniesta –los guardianes del estilo– han pasado, en muchos partidos, a un segundo plano para dar protagonismo a las cabalgadas de Neymar, Alexis y un Messi más irregular de lo normal.
Y es que, tras cien días en el banco del Camp Nou, Martino marca músculo con sus resultados casi inmaculados