Por Ctdor Juan Carlos Lucio Godoy
Estamos en una situación de mucha diferencia entre el gobierno de Mauricio Macri respecto a lo que fue el tramo final del gobierno anterior. La diferencia tiene que ver el funcionamiento institucional en general, con la comunicación más fluida del presidente con los medios. Además, desde el punto de vista económico ha traído como resultado negativo la inflación y el aumento del costo de vida, pero que puede ser un punto de partida para un sinceramiento y una reestructuración para el funcionamiento del Estado Nacional y los Estados provinciales. En los aspectos sociales, no se han descuidado los planes asistenciales que existen hasta el momento, que aún no son suficientes pero que no se debían abandonar. Asimismo, hay una reconexión de la Argentina con el mundo, no sólo con algunos países ya que se agotó el modelo de conexión sólo con Venezuela y Brasil, y lo que hay que ir buscando es un mecanismo mucho más integral con todos los países del mundo.
El mundo se ha unificado en principios y en ideologías. El encuentro entre Raúl Castro y Barack Obama demuestra que todos se están acercando a un punto de convergencia y que es el sistema capitalista. Por otro lado, en lo que tiene que ver con los holdouts, no debemos olvidar que el proceso de los fondos buitres comenzó a negociarse en 2004 con el gobierno de Néstor Kirchner, cuando se hizo el primer acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por la deuda contraída ilegalmente y estatizada por el gobierno militar. El pago a los fondos buitres no fue hacer algo distinto sino que fue hacer lo mismo pero para terminar de definir para dónde vamos. En esa culminación se sabe que estamos insertos dentro del mundo postmoderno y, nos guste o no nos guste, es lo que hay. Seguir endeudados y que se restrinjan las posibilidades financieras internacionales era perjudicar al país. El tema ahora está en que eso se use bien y esa será una evaluación que vamos a hacer de aquí para adelante.
A su vez, en lo que se refiere a los despidos y lo que ha pasado con la gente que estaba con legitimidad trabajando, me parece que se ha hecho una acción muy generalizada con algo que ya estaba mal hecho como lo es la contratación de gente indebidamente en la última etapa de un gobierno, que no corresponde hacerlo pero que terminan pagando justos por pecadores. Creo que el gobierno de Cristina Kirchner, que lo dejó mal en la última etapa, ya que no entendió lo que significa el final de un gobierno. En el período en que se está terminando un gobierno y que va a empezar otro, se debe ser cauto. No puede apropiarse de lo que ya prácticamente es gobierno del otro. Entonces, hacer esas designaciones de últimas no es un acto prudente. La génesis del problema está en quien hizo cosas que no correspondían en momentos en que no le correspondía.