Dos desconocidos armados atacaron con armas de fuego en la madrugada de ayer, una pequeña base de la Marina uruguaya en el Cerro de Montevideo, objeto de otra agresión el domingo último en la que fueron asesinados tres militares en servicio de guardia con disparos que provinieron del arma de uno de ellos, según confirmó hoy la policía.
Los agresores -precisó el portal de noticias Subrayado- entraron en acción hoy a la una pero fueron rechazados por disparos de fusil de los cuatro militares que se hallaban en la base.
El ataque fue confirmado en un comunicado por el ministerio de Defensa uruguayo, según el cual los dos desconocidos tenían la firme intención de ingresar en el edificio, reprodujo la agencia Ansa.
El domingo pasado, en el mismo lugar, un comando consiguió alcanzar el lugar donde tres guardias de Marina descansaban, quienes fueron asesinados a sangre fría por los intrusos.
La Policía localizó en una casa del Cerro la pistola usada para matar a los tres infantes, que resultó ser la que portaba uno de ellos, y otra de las armas. Antes, ya había recuperado la tercera Glock, confirmó también Subrayado.
El arma homicida fue localizada en las últimas horas en una casa del Cerro de Montevideo junto a otra de las pistolas en un procedimiento en el que no hubo nuevas detenciones.
La tercera arma ya había sido recuperada en la casa donde fueron detenidos el ex marinero acusado de los homicidios y la pareja que lo encubrió.
En principio, se pensó que esa había sido el arma homicida, pero las pericias lo descartaron.
«El trabajo de Policía Científica en la escena del crimen fue fundamental para que la fiscal de Homicidios, Mirta Morales, reuniera las pruebas necesarias para imputar a los responsables: los investigadores encontraron huellas del marinero desertor en el picaporte de una puerta interna, sangre de una de las víctimas en los championes (las zapatillas) del imputado y una de las pistolas hurtada en la casa de la pareja donde se escondía el presunto autor», añadió el portal uruguayo.
Los tres detenidos son un ex infante de marina de 26 años imputado como autor de los homicidios, y un hombre de 28 y una mujer de 25, como encubridores.
El ex marino había prestado servicios en la Armada -incluso, en algún momento, en el lugar donde ocurrieron los asesinatos- entre 2014 y marzo pasado, cuando fue dado de baja por mala conducta, según fuentes de la investigación citadas por el diario montevideano La República.