El Intruso lanzó una impactante confesión en Animales Sueltos: unultrajado cura se propasó con él, cuando estaba en primer grado.
Luis Ventura estuvo anoche en Animales Sueltos, y realizó una impactante confesión: fue abusado por un cura, maestro suyo, cuando tenía seis años.
El Intruso estaba rememorando su infancia entrevistado por Alejandro Fantino, cuando relató que un cura abusó de él. Sin enojos ni broncas, y considerandolo un “maestro”, contó cómo lo desnudo e intentó practicarle sexo oral.
“Fue un cura que tuve un primer y tercer grado, que fue un maestro para mí“, aclaró, antes de revelar la anécdota que nunca había contado
“Era una fecha patria, estaban todos en el acto y en un momento el cura me manda al aula a buscar algo. Yo voy, y cuando lo estaba buscando, entra el cura. Entonces agarra y dice: ‘a ver Ventura, venga’. Había una tarima de madera y me sube ahí”, rememoró.
“Y entra a hacer preguntas y me entra a bajar el pantalón y después el calzoncillito que yo tenía. Me sentí paralizado frente al pudor y la vergüenza que me daba estar desnudo frente a otra persona, yo no estaba acostumbrado a que me desnuden, salvo mi mamá y mi papá”, continuó.
“En determinado momento, él, con su boca, me toma el pitito… Y debe haber pasado algo o vino alguien o yo lo asusté por los nervios”, recordó.
Fantino enseguida calificó al religioso de “pedófilo”, “perverso” y “abusador”, y señaló que “este tremendo hijo de puta debe estar pudriéndose en el infierno”.
Sin embargo, Ventura trató de minimizar el suceso, y explicó que desde ese momento en adelante “cuando entraba el tipo me daba una cosa de vergüenza. Nunca se lo conté a nadie. Pero me pasó. Y debo decir que salvo eso no tuve otro incidente con él y que fue un gran maestro para mí. El tipo fue un gran maestro“.
De cualquier forma, cuando el conductor preguntó qué hubiera pasado si se enteraba su padre, el Intruso reconoció que “mi viejo lo deshace. No le alcanzan los rincones del colegio para esconderse. Mi viejo mataba por sus hijos“.
Mirá el video con la espeluznante confesión de Luis Ventura.