No puedo decir que trabajar en la televisión no sea algo de todos los días, porque para nosotros lo es ya desde hace muchos años. Crecimos haciendo esto. Si bien es un privilegio, al mismo tiempo también es una gran responsabilidad, teniendo en cuenta que la televisión y más concretamente sus contenidos, son una gran influencia en nuestra socie
No puedo decir que trabajar en la televisión no sea algo de todos los días, porque para nosotros lo es ya desde hace muchos años. Crecimos haciendo esto. Si bien es un privilegio, al mismo tiempo también es una gran responsabilidad, teniendo en cuenta que la televisión y más concretamente sus contenidos, son una gran influencia en nuestra sociedad. Las opciones en cuanto a formatos son muchas, sean o no de ficción, y si bien las diferencias entre estos son grandes, todas dependen de lo mismo, la audiencia. Ella es la que decide qué toma y qué deja, qué vive o qué muere sin dejar rastros de su existencia. La obligación de aquellos que formamos parte de este medio, es seducir con propuestas que nos den la posibilidad de subsistir y resistir. Esto requiere mucho trabajo y análisis. Los programas se estrenan una vez que sentimos que la cosa ya está lo suficientemente lograda como para ver la luz. Como productora en Underground siempre tenemos un objetivo que es hacer aquello con lo que nos identifiquemos, es decir, programas que nosotros podríamos sentarnos y ver con satisfacción. Historia de un clan es ciento por ciento eso, una serie en la cual nos apasionó sumergirnos y en el que la honestidad artística jugó un rol esencial, no sólo por su alto nivel de calidad, sino también porque nos permitió vernos la cara y darnos cuenta adónde estábamos parados artísticamente en el presente. Por mi lado jugó un rol aun más importante ya que también tuve la oportunidad de vivir una experiencia muy profunda y contundente al haber podido contar con mi hermano Luis, quien se puso al hombro el proyecto y nos sumergió en un viaje intenso, pero de alto vuelo creativo. Compartir esta experiencia con Luis fue muy enriquecedor. El tiene una gran sensibilidad y una mirada muy profunda. Y nos complementamos muy bien. Me gusta trabajar con mis hermanos, me permite conectar con ellos desde la creatividad, como cuando éramos chicos y jugábamos todos juntos. Y a esto se suma un elenco impecable, al cual pudimos elegir junto a mi productor, y amigo, Pablo Culell, logrando esa magia actoral que está plasmada en cada capítulo de esta historia. Con El marginal y Educando a Nina que se verán el año próximo tenemos expectativas similares. La televisión es el medio del cual vivimos, nos da tanto como nos quita, pero para aquellos que amamos lo que hacemos más allá de los réditos, ésta es la gran oportunidad de hacer cosas que nos alimenten el espíritu creativo para seguir apostando.
*Productor, socio de Underground.