Un conflicto de proporciones vive por estas horas la planta de faena avícola más importante de la provincia de Entre Ríos. Declaraciones cruzadas en las últimas horas terminaron centrando el tema alrededor de la fecha y el monto de pago de un premio que se abona todos los años.
Las derivaciones del conflicto exceden la puja salarial, aunque el nudo de la cuestión se desarrolla en torno a un premio voluntario que la empresa abona desde 1985 en el mes de diciembre. En esta oportunidad los empresarios solicitaron hacerlo en enero, según dijo a La Prensa Federal el vicepresidente de Granja Tres Arroyos, Marcelo De Grazia. “Comunicamos a los trabajadores que el aguinaldo se abonará el 22 de diciembre, entendiendo que, al coincidir con la quincena, le sirve mucho a todo el mundo. En ese mismo momento señalamos que el premio anual de 50 horas, que es absolutamente voluntario, no está dentro del convenio, lo íbamos a pagar en enero porque venimos de un año complicado para la actividad avícola”.
“Recibimos como respuesta la exigencia de un premio de 70 horas, que será abonado en la primera o segunda semana de enero, de ninguna manera pensamos hacerlo en febrero. Existe una enorme diferencia con el trato que hemos recibido en otras plantas, como la de Santa Fe o Buenos Aires, donde la gente lo tomó con gratitud hacia la empresa, porque ven el esfuerzo que hacemos”. “Por otra parte, comenzaron a trabajar a desgano, colgando gancho por medio y después dejando más espacio todavía. A todo esto teníamos camiones esperando afuera con pollo vivo, para lo cual hay un tiempo estipulado, porque se trata de una cadena sincronizada; en esta actividad no se puede trabajar a medias”.
Consultado sobre el desarrollo del conflicto, De Grazia indicó que “es probable que ahora, luego de la audiencia mantenida en la Dirección de Trabajo, el organismo dicte la conciliación obligatoria y con ello comencemos a trabajar de nuevo. Por nuestra parte, podemos decir que este premio se abona desde 1985 y, desde entonces, nunca pagamos una quincena fuera de término”. “Pero hay que tener en cuenta que tarifas, como el caso de la energía eléctrica, aumentó 400 por ciento y el precio del maíz, nuestro principal insumo en el alimento, subió un 20 por ciento por la quita de retenciones. Pese a ello, la proteína animal de menor precio es la carne de pollo”.
El Secretario General del Sindicato de la Alimentación en el orden local, Matías González, dijo a La Prensa Federal que “los trabajadores estaban operando normalmente cuando la empresa decidió interrumpir la faena. Nosotros no hicimos ninguna medida, los que cerraron la planta fueron ellos, quieren imponer miedo entre los trabajadores”. Al salir de la reunión que mantuvieron las partes, el sindicalista se refirió a los trabajadores e indicó: “nos bancamos lo que viene y seguiremos para delante”. Además, González sostuvo “los empresarios mintieron, porque el bono siempre se abonó en diciembre en los últimos 30 años y no en enero o febrero como pretende la empresa para abrir la planta”.
Los trabajadores se concentraron por la tarde en la sede del Correo Argentino, donde presentaron telegramas en los cuales consta su voluntad de presentarse a trabajar. Pudo saberse que debieron elegir esa alternativa ante la imposibilidad de hacerlo en la Comisaría Segunda, puesto que allí no había personal suficiente para tomar las exposiciones de los trabajadores. En este sentido, el letrado de la organización sindical, Gabriel Garnier indicó que “la situación en realidad se inició con un lockout patronal, aunque la empresa ya había dejado de dar tarea a sus operarios durante la tarde del martes, motivo por el cual se solicitó una inspección de la DPT, que ingresó a la planta y constató que los trabajadores estaban en sus puestos sin prestar tarea y sin mercadería. En ese momento el responsable de recursos humanos informó que habían ordenado suspender la faena”.
“Al inicio del nuevo turno, ya en la madrugada del miércoles, no pudieron ingresar a la planta porque es fue impedido por el Directorio de Granja Tres Arroyos, según reza un cartel colocado en la puerta”. Garnier se refirió también a la audiencia realizada en la DPT por la mañana. “Los abogados de la empresa fijaron postura en torno al monto de 50 horas y a su decisión de pagarlo en enero y febrero. Fundamentalmente el problema es que se rompe el derecho adquirido por los trabajadores, que es cobrar el premio en diciembre. La empresa realiza una acción directa a través de una medida unilateral. Antes de negociar con los trabajadores decidieron cerrar la planta, sin que exista medida alguna de parte del Sindicato”, finalizó.