Al cabo de un partido que tuvo de todo, Rocamora venció este lunes 72-67 a Platense y alcanzó nuevamente la punta de la División Centro Sur de la Liga Argentina de Básquet junto a Estudiantes de Olavarría y el propio Calamar.
El Rojo fue superado al cabo del primer tiempo en el que llegó a estar 12 puntos abajo pero en el segundo mostró otra cara y se alzó con un gran triunfo. El base Facundo Gago, con 22 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias fue la figura del juego; Sebastián Uranga, con 18 puntos y 6 rebotes, se destacó en la visita.
El desahogo final con el que los jugadores del Rojo celebraron el triunfo junto al gran marco de público que se dio cita fue una muestra cabal de lo que costó lograr esos dos puntos. Y porque enfrente hubo un rival que saltó mejor a la cancha y que de buenas a primeras estaba ganando 2-10. Varas tuvo que pedir minuto pero recién en la parte final del cuarto el equipo mejoró con el manejo de Gago, un triple de Paparini y algo de Araujo. El cierre fue 15-17.
El inicio del segundo parcial Rocamora logró igualar (17-17) pero enseguida el Calamar contestó con triple de Bruna y acto seguido se puso 17-24. Ese desconcierto del local se cortó tras un doble y falta que acertó Paparini para emparejar las cosas. Pero el Rojo volvió a jugar mal, Paparini recibió un técnico, Platense volvió a alejarse (20-31) y más tarde con un triple de Lorio sacó la mayor diferencia (22-34).
Rocamora estaba para el cachetazo aunque sobre la chicharra Bruna le convirtió falta a Gago y el base sacó tres libres. Además, Bruna recibió un técnico en la protesta y a continuación hubo otro para el Cholo Vázquez que estaba como loco. La cuestión es que Gago anotó dos de los tres para que el primer tiempo finalice 26-34. Los dos técnicos pasaron para el reinicio y Dominique Shaw acertó solo uno.
El clima para con la terna arbitral no era el mejor, desde ambos lados. Platense buscó serenarse en el inicio del tercer cuarto con el goleo de Seba Uranga pero Rocamora salió con otra mentalidad y gracias a los triples de Shaw y Facundo Gago igualó el marcador (39-39). Esa alegría le duro poca al local porque Lorio y Bruna castigaron con sendas bombas para volver a estirar aunque el Calamar ya no fue el mismo colectivamente. Manuel Olocco igualó el tablero y más tarde Gago, con otro triple, puso adelante al local (49-46).
Platense logró resistir ese cierre apretado y quedó arriba 53-54 pero el partido ya estaba decididamente abierto para los dos. En los primeros dos minutos del último cuarto hubo tanto nerviosismo que ninguno de los dos pudo anotar, hasta que Exequiel Gaído cortó la sequía (55-54). Rocamora apostó a defender pero teniendo a sus internos Paparini y Cook con 3 y 4 faltas. Araujo también tenía 3 y después llegó a la cuarta. Fueron palo y palo hasta que Gago con una bandeja, y Paparini con doble largo y después con un triple dejó el tablero 69-63 a falta de un minuto y medio.
El estadio ganó en locura porque falta poco y era cuestión de mantener la cabeza fría y defender para lograr el triunfo. Sin embargo, un error propio más dos pitazos –el segundo más que dudoso- le dieron vida a Platense que si hubiera acertado los cuatro libres igualaba el tablero. Con 34 segundos por jugar el Rojo manejó la bola hasta que Araujo logró la falta y metió dos libres limpitos que le devolvieron el alma a más de uno (71-67).
Vázquez pidió otro minuto pero la acción consecuente no salió como esperaba porque Rocamora se armó para defender y la jugada de Pais terminó en las manos de Shaw. Todo Platense salió a reclamar una falta al mismo árbitro que antes le había dado una muy dudosa a Cook sobre Pais (Joaquín Escalante). Shaw anotó uno más pero la historia ya estaba sentenciada.
Después, en un final que no le hace nada bien a este deporte, Vázquez se fue a cargar contra los árbitros, esto derivó en la intervención policial para retirar a los jueces y en ese frenesí hasta hubo un forcejeo de Alejandro Pappalardi con un policía que bien podría haberle costado un dolor de cabeza al capitán visitante. Con ese final caliente de un lado y Rocamora festejando del otro se fue un partido que en el primer tiempo parecía que podía ser para uno pero que terminó siendo para el otro.