El plantel de Tomás de Rocamora para la próxima Liga Argentina de Básquetbol continúa armándose a buen ritmo y ahora la dirigencia acordó el regreso de Matías Caire, quien viene de jugar para Central Entrerriano de Gualeguaychú en el último Torneo Federal .
Integró como Juvenil los planteles del Rojo en las temporadas 15-16 y 16-17. Otro pibe que se formó en las canteras del club estará a disposición del cuerpo técnico que encabezará Juan Manuel Varas. Con 20 años recién cumplidos y 1.90 de altura Matías Caire volverá a defender los colores del Rojo. “La verdad que es una oportunidad muy buena, es la segunda Liga del país, un buen rose, muchos partidos y por eso lo tomo como una posibilidad para crecer y medirme a un buen nivel.
Gracias a Rocamora que apuesta a nosotros los del club para ocupar lugar importante en el plantel profesional”, comenzó diciendo el jugador. Se refirió luego a lo que fueron sus experiencias en Luis Luciano y Central Entrerriano, respectivamente, en los dos últimos años. “Con respecto a Luciano y Central fueron dos experiencias completamente diferente; uno por la categoría, segundo por la forma de manejarse. Central algo mucho más profesional, con metas altas y objetivos grandes; en cuanto a Luciano un club más familiar, con menos gente a la cabeza (muy buenos por cierto) y objetivos menos competitivos. Asimismo, positivas las dos”, aseguró.
Y agregó: “En la primera fue una experiencia de iniciación ya que fue la primera vez que salí de mi casa, lejos de mi gente, fuera de mi zona de confort… Y Central fue como la iniciación al profesionalismo en este deporte, una Liga que en lo individual fue soñada, una Liga que me recargó de ganas, energías y motivación para seguir en esto”. Acerca de cómo vivió haber logrado el ascenso con el equipo de Gualeguaychú, contó: “Fue algo mágico, una temporada que se dio todo, en lo deportivo como en lo humano.
Sin dudas lo que más destaco fue las personas que conocí, me dejó amistades de verdad, un grupo de personas maravillosas, muy competitivas y humildes. Desde el primer día cada uno supo su rol individual dentro del equipo y en lo colectivo íbamos todos para un solo lado… tuvimos altos y bajos pero para destacar que siempre se levantó cabeza enseguida”. “Y con mucha seriedad y profesionalismo, cada uno aportaba lo que debía para conseguir ese ascenso soñado. Por mi lado fue enfocarme en el día a día teniendo en claro siempre que venia de atrás, pero preparado para cuando el equipo necesite de mí.
Aprendí que todo llega, solo es cuestión de esfuerzo, tolerancia y tiempo. Por suerte este deporte siempre da revancha y la competencia no te da un segundo para decaer”, añadió después. En Central promedió 8:58 minutos, 2.6 puntos y 1.1 rebotes. El jugador que está totalmente identificado con la institución, dijo después: “Contento de poder volver al club, poder compartir con amigos y gente cercana a mí. Un ambiente que ya conozco y la verdad que me gusta mucho el trabajo que se está haciendo en el Rojo. La temporada pasada lo seguí y muy feliz por todo lo que se logró y se está logrando.
Hay mucho trabajo detrás, dirigentes, padres, entrenadores, cada empleado del club, hinchas y los gurises de las categorías tanto Minibasquet como Intermedias muy comprometidos con la institución”. Sobre sus objetivos para lo que se empezará a jugar dentro de poco manifestó que “mi objetivo principal es tomarlo de la forma más profesional y seria posible, llegar en mi mejor condición al inicio, luego el día a día, no solo dentro de la cancha sino formar un buen grupo con un lindo clima poder contagiar a la gente y darle un motivo para que nos acompañe; brindándome por completo al club que me vio nacer y seguir creciendo, obviamente es un equipo joven pero con ambición por esta profesión, cuestión de esfuerzo y aprovechar cada oportunidad para siempre estar lo más arriba posible”.
Actualmente se encuentra disputando la La Liga 3×3 Movistar y, sobre esto, reflexionó: “Es algo nuevo obviamente, es básquet pero es como otro deporte, otras reglas, otro marco; pero la verdad que muy lindo poder compartir con tres amigos que de otra forma lo jugábamos pero más libre con menos reglas y en el playón del club. Muy buena la iniciativa del club de darnos la oportunidad de seguir en competencia a nivel nacional, poder mostrarnos y obviamente divertirnos con la seriedad que corresponde”.
Este regreso al Rojo le dio la chance a Matías de jugar en el equipo local que disputa el Torneo de Primera. Y eso lo puso en un partido frente a frente con su papá, Luján, otro ex jugador de Rocamora y también muy identificado con el club. “Otra oportunidad que me da este deporte, poder enfrentar a mi Viejo que desde chiquito lo iba a ver jugar con la roja y que me dio tantas alegrías. Es mi ídolo, mi orgullo y un gran ejemplo. No solo fue un partido más, fue un partido especial que no se da todos los días; competir contra él en el Local fue un sueño cumplido que siempre va a quedar en mí y seguramente en él”, expresó finalmente.