La investigadora Sofía Astelarra explicó que es necesaria la ley porque permitiría regular en términos interjurisdiccionales las actividades en todo el Delta del Paraná, donde el Delta del Tigre es el tramo final, donde se reciben todos los efectos de los modos de uso de todo el delta, como por ejemplo los contaminantes sin tratar que vienen de Entre Ríos.
El Delta del Paraná hay que pensarlo «de manera integral, porque acá recibimos todos los impactos humanos y ambientales río arriba», dijo hoy a Télam la especialista Sofía Astelarra, en el contexto de los reclamos sobre la necesidad de una Ley de Humedales.
Astelarra, becaria posdoctoral de Conicet, integrante del Grupo de Estudios Ambientales del Instituto Gino Germani y parte del Observatorio de Humedales del delta, sostuvo que «es necesaria la ley porque permitiría regular en términos interjurisdiccionales las actividades en todo el Delta del Paraná, donde el Delta del Tigre es el tramo final. Acá recibimos todos los efectos de los modos de uso de todo el delta, como por ejemplo los contaminantes sin tratar que vienen de Entre Ríos».
«Es necesario monitorear las problemáticas; hay que empezar a pensar el delta de una manera integral porque acá recibimos todos los impactos humanos y ambientales de río arriba», explicó.
Astelarra manifestó la preocupación de los isleños por la vuelta del turismo en la zona tras el aislamiento social preventivo y obligatorio por el coronavirus.
«Buscamos visibilizar las problemáticas del territorio, principalmente en la navegación porque con la vuelta del turismo ‘depredador’, que es un tipo invasivo, poco respetuoso de la vida isleña y sobre todo de la navegabilidad, las embarcaciones de gran porte y motos de agua circulan por todos lados y a gran velocidad. Se degradan las costas y empieza a haber accidentes de tránsito, es un poco violento», indicó.
Astelarra también se refirió a la marcha de agrupaciones ambientalistas y vecinos de Tigre, Escobar, San Fernando y Dique Luján que se realizó este sábado, en reclamo de una Ley de Humedales.
«Esta manifestación surgió de un encuentro transfeminista que hicimos en el Delta del Tigre para empezar a adelantarnos a la vuelta del turismo y la llegada del verano, donde armamos la campaña ‘Cuidando el humedal en vísperas de un verano ardiente'», describió.
Los vecinos y organizaciones se convocaron en una caravana náutica en el arroyo Gambado y río Luján para visibilizar la «urgente necesidad» de una Ley de Humedales.
La caravana llegó a remo a la estación de tren de Tigre Centro y concentró en la fluvial, donde se manifestaron artísticamente y reclamaron por la sanción del proyecto.
Los manifestantes protestaron por «la pérdida de miles de hectáreas de monte por las quemas y por el agrocultivo con agroquímicos que contaminan los ríos, proliferando las cianobacterias, tóxicas para todos los seres vivientes del humedal, contaminando el agua para el consumo humano y de animales», según manifestaron los organizadores.