Leve descenso con alta concentración

Leve descenso con alta concentración En un año con récord histórico de asistencia de público a las salas, las películas nacionales vendieron un 8% menos que en 2014. Se estrenaron un total de 182 filmes locales, de los cuales 11 se quedaron con el 90% del público. Leve descenso con alta concentración

En 2014, Relatos salvajes, la película producida por KyS, distribuida por Warner y con Telefe involucrada, destrozó expectativas. No sólo fue la película más vista de 2014, con más de 3 millones de personas, sino que este 2015 llegó a vender 512 mil entradas gracias a su nominación al Oscar.
Este año que termina fue récord en materia de espectadores que asistieron a nuestras salas. Es muy factible que antes del próximo jueves se superen los 50 millones de espectadores, cifra récord para lo que son las últimas tres décadas y que es superada por los 55 millones de tickets vendidos en 1986.
En ese panorama, ¿qué cambió para el cine argentino? No mucho.
Hay algunas buenas noticias, pero también las hay malas. Y malas porque implican torpezas que ya deberían comenzar a erradicarse.
Este año se afianzó aquello que Relatos salvajes propuso como modelo nuevo: un estreno grande nacional, con mucha publicidad (ahí es donde la presencia de Telefe es vital), que apunta a determinado tipo de idea de cine que quizás hace algunos años no hubiera sido masiva (una película que podría convivir en un festival como Berlín o Cannes). La búsqueda por “la nueva Relatos” permitió que la siguiente producción de KyS, El clan, que narra la historia de los Puccio según Pablo Trapero y Guillermo Francella, termine siendo el film argentino más visto del año, la tercera película nacional más vista de la historia (detrás de Relatos salvajes y Nazareno Cruz y el lobo) y la cuarta en el total de más vistas de 2015 (la única argentina en el top 10 general). Con sus 2,6 millones de espectadores, El clan se quedó con el 37,72% del público que tuvo el cine argentino durante 2015.

Tomando el período que va del 1 de enero al 22 de diciembre, según datos brindados por Ultracine, las películas nacionales vendieron casi siete millones de entradas, contando reestrenos (6.930.390). Una diferencia corta con 2014, cuando se vendieron siete millones y medio de entradas, y Relatos… generó casi el 45% de todas ellas (es decir, bajó un poco, pero nada significativo); en 2015 entre los 182 estrenos (sin contar reestrenos) tan sólo 11 películas representan más del 90% de las entradas que vendió el cine nacional. Eso implica la bienvenida novedad que significa que más de 12 películas superaron los 100 mil espectadores. Y algunas lograron números realmente poderosos e inesperados: Abzurdah, con sus 784 mil espectadores, pero también Sin hijos (484 mil), Papeles en el viento (383 mil), Truman (377 mil, aunque siendo un Darín es un número bajo para su éxito en taquilla), el documental sobre Boca Juniors (270 mil), Locos sueltos en el zoo (217 mil), Socios por accidente 2 (176 mil), El espejo de los otros (158 mil), La patota (145 mil) y Voley (103 mil). También fue de notarse el desempeño de Kryptonita, que logró 90 mil espectadores en menos de dos semanas en cartel y sigue sumando.
La otra cara es que de esa cantidad abismal de estrenos, el resto –es decir, 171 films– sólo suma el 10% de los espectadores que recibió el cine nacional en salas. Incluso hubo 16 estrenos que lograron menos de 100 espectadores.
Otro número alarmante vendría siendo la cantidad de películas que abrieron con tan sólo una sala: 107 filmes, lo que equivale a decir que el 60% de todos los estrenos nacionales de 2015 sólo pudo llegar al público a partir de una sola sala. Una relación desigual, por ejemplo, con las 333 salas de El clan, o las 214 de Abzurdah. Ni hablar de que los cinco primeros filmes cuentan con el apoyo de Telefe, o sea publicidad de aire, que es nada menos que la clave del éxito actual de un film nacional. Es decir: la agresividad a la hora de la publicidad, con minutos de aire más el beneficio de los varios fines de semana largo, da resultados.
Hay que considerar que de esos 11 filmes que dominaron los porcentajes, seis fueron estrenados por Disney, dos por United, dos por Energía Entusiasta y El clan por Fox. La concentración continúa y debería ser el ítem más importante en la agenda del nuevo presidente del Incaa, Alejandro Cacetta, que ya ha declarado que es una prioridad de su mandato. Caso contrario, las películas argentinas que logran pocos espectadores no tienen chance.
Aunque lo cierto es que también ayudaría pensar otros modos de presencia en la agenda audiovisual de algunos estrenos. Pero reglas torpes, como que si no se estrena no se cobra el subsidio del Incaa, no ayudan a la pluralidad, sino que la convierten en una especie de lastre para los estrenos comerciales con espalda.

 

Ganar de local

Que Star Wars Episodio VII es un éxito nadie puede negarlo. Al cierre de esta nota lleva convocados en nuestro país 592.182 espectadores con ocho días y pico en cartel –se deben agregar las funciones de trasnoche del miércoles 16 y tomar en cuenta el parate del jueves 24–. Envidiable.
Sin embargo, hay otro dato insoslayable. Mientras en el resto del mundo la abrumadora campaña publicitaria comandada por la Disney parece conseguir el efecto de que muy probablemente se transforme en la película más vista de la historia –o, al menos, ubicarse en el top five– en distintas latitudes, en Argentina dista mucho de ese objetivo.
En su primer fin de semana en cartel, la película de J.J. Abrams se constituyó como el mejor debut de la saga desde el lanzamiento de las tres precuelas: vendió 391.469 tickets. Muy bien, pero también muy lejos de los 667 mil espectadores que logró El clan –con campaña publicitaria igual de abrumadora, aunque no a nivel global– apenas arrancó, entre el 13 y el 17 de agosto –en favor de la saga galáctica debe tomarse en cuenta que el film de Trapero debutó con fin de semana largo–. Si bien es cierto que entre quienes la superaron este 2015 debe contarse   también el millón de espectadores de Rápidos y furiosos 7 en su primer fin de semana en abril como récord, resultará inolvidable para los productores de KyS que, este año, en comparación, pudieron ganarle al mayor tanque que dio la industria mundial en los últimos años.