Las ventas en los supermercados cayeron 13 por ciento en febrero

Durante febrero las ventas en los supermercados cayeron entre el 12 y 13 por ciento, una cifra mayor a lo registrado en enero. La gente «compra menos unidades» y opta por adquirir solo lo necesario para el día.

La pérdida del poder adquisitivo del salario de los argentinos y el fin de los acuerdos de precios profundizó en febrero la crisis en los supermercados. Durante el mes pasado vieron una caída de ventas entre el 12 y 13 %, mayor a lo registrado en enero.

En ese sentido, se supo los supermercados sufrieron en enero un retroceso en sus ventas del 8% interanual, el primero en este tipo de comparación tras más de dos años en alza. Así, acusaron el impacto de la recesión y, especialmente, del fin de los acuerdos de precios en diciembre resuelto por el gobierno de Javier Milei.

En las dos primeras semanas de febrero las ventas en los supermercados habían bajado un 13,4% (un 12,2% en la primera y un 14,8% en la segunda), mientras que en la tercera semana la baja fue del 12%. Para la cuarta y última semana los datos todavía no fueron procesados, pero entre los supermercadistas entienden que con las tres primeras puede verse una tendencia.

Compras más pequeñas

Las cadenas de supermercados señalan que la tendencia sigue siendo de pérdida de valor en los tickets y de crecimiento de segundas y terceras marcas, con un volumen creciente de promociones y ofertas. En general, la gente opta por comprar lo más económico o hacer compras más pequeñas.

Esta situación demuestra que la profundización de la caída de ventas, pese a la desaceleración de la inflación, se relaciona con la caída del poder adquisitivo en febrero, dado que la mayoría los gremios abrieron la negociación paritaria este mes.

«Es probable que se intensifiquen hábitos que ya hemos visto, con una mayor frecuencia de compra y menor cantidad de unidades por ticket, con el fin de cuidar más el gasto en cada acto de compra», explican.

Al mismo tiempo, al privarse de realizar una única compra mensual, los clientes sufren más el impacto de la inflación, que pese a la desaceleración, sigue teniendo una palpable variación intersemanal. De hecho, la suba de precios en los alimentos fue del 3,4% en la primera semana de febrero, de 4% en la segunda, de 2,7% en la tercera y del 1,3% en la cuarta, según el relevamiento que realiza la consultora LCG.