Las hijas de Rial, a la escuela pública

Las hijas de Rial, a la escuela pública Las hijas de Rial, a la escuela pública

Jorge Rial reveló detalles nunca antes contados sobre la adopción de Morena y Rocío, sus dos hijas. Además, contó por qué las quiere cambiar a una escuela pública.

En un profundo diálogo con la revista Pronto, el conductor de Intrusos reveló que la madre biológica de Morena pasó los últimos dos meses de embarazo con su familia.

“La mamá biológica de Morena estuvo los últimos dos meses de embarazo en la casa de mi vieja para cuidarla, hacerle los análisis, que comiera y esté fuerte”, confesó Rial.

“Ya había dado otros hijos en adopción y a la beba que esperaba pensaba darla también. Nació la beba, se hizo un sorteo en un juzgado y nos dieron primero la guarda por seis meses. En ese tiempo, la madre biológica puede oponerse y llevársela y la asistente social o el juez pueden quitártela”, contó.

Morena tenía otro nombre, que fue el que le puso la mamá que la tuvo. Morena se lo elegí yo. Casualmente, el mismo juzgado donde me divorcié fue donde adoptamos a mis hijas, ¡una cosa de locos!”, recordó.

Rocío llegó con un año. Estaba en una casa de tránsito, en una situación difícil, con muchos más chicos. También tenía otro nombre y nosotros la llamamos así, llegó a casa el mismo día que cumplía un año, el 15 de septiembre“, agregó.

Además, se refirió a los problemas de salud de su hija mayor. “Morena sufre obesidad y resistencia a la insulina, me enteré después de separarme. El problema de la insulina tal vez sea de herencia genética y, por suerte, lo hemos podido bajar un poco. Si no lo parás a tiempo, además de no bajar de peso, te tenés que inyectar todos los días. El año pasado apuntamos a la salud, logramos bajar mucho el colesterol, le armé una clínica en casa con nutricionistas, psicólogo, preparadores físicos”, relató.

Por otro lado, Rial señaló que Morena no la pasó bien en el colegio. “Le hicieron bullying y por eso ahora las cambio a una escuela pública. Tengo ganas de que tengan un toque de realidad, cosa que las escuelas privadas no tienen porque están más en una burbuja. Fue una decisión de vida. No quiero que sean dos nenas de papá, quiero que vean que hay otra realidad, que la calle es dura. Estoy seguro de que van a encontrar más amigos y solidaridad que en la privada”, concluyó.