Todo comenzó con el celular en el escote de la paraguaya. Ahora, una legión de desconocidas busca ocupar su lugar. Fotos.
Expectativa por que empiece el Mundial. Ansias por que empiece el Mundial. Desesperación por que empiece el Mundial. Por los partidos, sí. Por las tertulias, reuniones, picadas, tapas, aún más. Pero por sobre todo, para que se acabe la previa. Sí, señores, todo tiene un límite y la previa (como toda previa), también.
Ellas, las “musas”, las “novias del Mundial”, no. Hinchan por cualquier selección, sea o no la propia. Portan unos trapitos estratégicos que tapan algo y destapan más. Prometen hacer jueguito en stilettos tan altos como imposibles de ser caminados. Están decididas a cometer cualquier estupidez. Incluso la de bancar, estoicamente sexies, partido, entretiempo, alargue y penal cuando a duras penas entienden que “offside” no es un balneario de Miami.
La culpa es de Riquelme. En 2010 se apareció con un celular en el escote, a los gritos por Paraguay y dio la vuelta al mundo. Algunos la compararon con la Pamela David de 2006. Lo cierto es que Larissa fue el punto de inflexión, y mal no le fue: consiguió tapas de revista, minutos en TV y un sponsoreo nada desdeñable de una compañía de telefonía celular. La siguieron Patty Orué y las hinchas peruanas, que en 2011 desafiaron el frío sanjuanino en la Copa América a pura indiscreción y delantera.
Ahora afloran por doquier. A fuerza de audacia -y porque su país quedó afuera de la Copa- la paraguaya es ya candidata honoraria (y lo tiene merecido) a representar cualquier equipo. Las que pelean la sucesión son eso, “la Larissa de” tal o cual país. Pongámosle nombre y apellido a las otras chicas que prometen calentar las tribunas:
Fabiola Martínez es la primera en desafiar a Riquelme y pelearle la corona. Sus compatriotas, Luana Chamorro y Jéssica Sly ya se decidieron y bancan a España y Argentina. Irina Grandez y Daysi Araujo, las peruanas, se quedan afuera o traicionan la camiseta. De momento, les perdimos el rastro.
A Brasil, se lo disputan Andressa Urach y Aline Bernardes. Elijan ustedes cuál es más “mundialista”.
Chile e Italia ya definieron: Francisca Undurraga y Marika Fruscio representan a cada país, respectivamente. En Alemania, Micaela Schäfer busca lugar.
La FIFA, Dilma y la horda de féminas desconocidas están contando los minutos para que empiece el Mundial, cada una por razones tan distintas como urgentes. Todo se definirá cuando alguien dé la patada inaugural. Por el bien de la fiel y sincera hinchada, que sea pronto.
(*) Editora de Perfil.com