Luciana Salazar no está pasando por un buen momento. A su bajón anímico tras la separación de Martín Redrado, se suma el accidente que sufrió la hija de su amiga Sandra Dillón, Ornella Pugliese.
Luciana Salazar no está pasando por un buen momento. A su bajón anímico tras la separación de Martín Redrado, se suma el accidente que sufrió la hija de su amiga Sandra Dillón, Ornella Pugliese.
Luciana habló con Intrusos desde el móvil y no pudo evitar quebrar en llanto varias veces al hablar de la delicada situación de Ornella. Abrumada, la rubia señaló que “uno trata de estar fuerte pero esto a mí me volteó. Ayer ver a mi amiga en ese estado me descolocó. Es como que me haya pasado a mí”.
“La verdad que no estoy bien. Es todo una pesadilla, no veo la hora que termine el año. Por suerte tengo mucha gente que me contuvo, que estuvo al lado mío y merecen mi corazón eterno. No decaí por toda esta gente. A veces me asombro de la fuerza que tengo para no caer. No veo la hora que termine el año, que empiece un año nuevo”, sintetizó Salazar.
La entrevista viró hacia su situación personal y el fin de la relación con Redrado, y Luli indicó que “fueron cuatro años de mi vida y fueron muchas rupturas, muchas vueltas y con muchas ilusiones que no eran mías, locas que imaginé, sino que eran ilusiones compartidas. En ese momento parecían ilusiones compartidas, que parecían compartidas y después te diste cuenta que no lo eran. Pero te hacían creer eso”.
Jorge Rial le preguntó si esas ilusiones tenían que ver con las ganas de tener hijos, y Salazar volvió a romper en llanto. “Me agarraron en un día muy sensible”, se excusó.
“La idea era tener un hijo naturalmente pero como no sucedía, nos empezamos a hacer análisis. Salía todo perfecto. No entendíamos por qué no quedábamos. Por eso me duele escuchar a gente hablar tan libremente de que yo llevé a la fuerza a alguien al médico por una vasectomía. Me parece hasta un insulto a la mujer”, observó, en referencia a algunas declaraciones de Amalia Granata.
“Jorge, me he pasado días diciéndole que si no tenía ganas de tener un hijo, que me lo dijera, que estaba todo bien, que nos separábamos porque mi ilusión era tener una familia. Y él me decía que tenía ganas”, reveló.
Y se explayó sobre las conversaciones de WhatsApp que se difundieron. “Yo no hice públicos esos mensajes, son cosas internas de la pareja que llevaría mucho tiempo explicarlas. Todo tiene un por qué. A veces, la infidelidad no pasa por estar con otra persona nada más. Para mí la infidelidad también es mentir“, destacó.
“Tengo una teoría. Para mí él sigue enamorado de vos y no sabe cómo enfrentarlo. No sé, tendrá la guerra con los hijos, no sé”, especuló Marcela Tauro, y Salazar le dio la razón: “Bueno, Marce, yo creo algo parecido a vos. No quiero juzgar por respeto a la pareja que tienen y no me quiero meter pero… no sé”.