Sólo en el Juzgado de Familia de nuestra ciudad se han recibido más de 600 denuncias de violencia en lo que va del año. Actualmente hay 9 detenidos en la comisaría primera por hechos domésticos violentos y en los últimos 10 meses se detuvieron a 30.
Un promedio de entre 80 y 100 denuncias mensuales muestran la cara de la violencia en la justicia, pero también obligan replantear el tema con mayor profundidad. Ayer se reunieron en el despacho del jefe comunal, José Lauritto, varios de los actores oficiales que ocupan el centro de la escena en la materia. Cada cual dijo lo suyo, aunque quedó la sensación que, al menos por el momento, sólo se trata de una respuesta periodística a un tema político de enorme complejidad.
Valió el encuentro como señal de preocupación de los cuadros que la propia sociedad eligió, directa o indirectamente, pero también puede verse en función de las ausencias. Eran todos agentes de la vida política atravesados por la urgencia de la acción, buscando respuestas para sus respectivos campos concretos de actividad. A este análisis, es obvio, le faltan aportes fundamentales, entre ellos, el de la sicología.
El encuentro se extendió más de dos horas y en la oportunidad se tiraron cifras que preocupan. Por ejemplo, mujeres que denuncian el hecho de violencia, pero luego prefieren no avanzar en el proceso por miedo, por cuestiones económicas y sociales o simplemente culturales. La realidad indica además, que el porcentaje de las esas acciones que se denuncian es muy bajo en comparación con las que muestra la realidad.
Lauritto lo definió como “un problema cultural”, aunque convocó a la acción inmediata: “no podemos mirar para otro lado, tenemos que ocuparnos”, dijo. Para una próxima reunión quedó abierta la posibilidad de conformar un observatorio de medidas, herramientas y recursos que cada uno de los ámbitos puede poner en consideración para poder aunar esfuerzos y optimizar las respuestas.
Desde el Municipio se planteó el reclamo de la comunidad de contar con un refugio para mujeres golpeadas y de fortalecer el Area de la Mujer con herramientas que vayan más allá de la mera promoción, educación y concientización, para poder pasar a una etapa de asistencia, acompañamiento a víctimas de violencia y la coordinación de una mesa de gestión social.
El Intendente Lauritto señaló que el municipio ha tomado nota de este reclamo, pero que construir un refugio no es la única salida. La carencia de recursos económicos, profesionales y humanos provistos por la Provincia a través del Copnaf, será seguramente tema de la visita que realizará a la ciudad su titular la semana próxima.
La justicia quiere otro juzgado
En el ámbito judicial señalaron la necesidad de contar con un segundo juzgado de familia ya que actualmente existe uno solo y está colapsado por las situaciones de violencia y las acciones civiles y penales que tienen que ver con la minoridad y familia. “Hay un proyecto presentado en el Superior Tribunal de Justicia, donde reiteramos que se hace imperioso contar con un nuevo juez y un nuevo gabinete de profesionales para poder abordar cada caso de una mejor manera”, señaló Torres.