El potencial de Entre Ríos para crecer en la acuicultura radica en la disponibilidad de agua, el acceso a productos y subproductos agropecuarios y los recursos humanos con conocimientos en actividades intensivas. Otra fortaleza es el tipo de suelo predominante que favorece la retención de agua.
En ese marco, el ministro de Producción Juan José Bahillo, visitó el establecimiento Pacuar, ubicado en, Paraná Campaña, dedicado a la cría de peces en un predio de 5,5 hectáreas con 12 lagunas artificiales. “Apoyamos este tipo de emprendimientos, que permiten diversificar la producción en distintas escalas” dijo el jefe de la cartera y determinó: “La cría de pacú es compatible con la geografía y recursos hídricos de la provincia; su carne es muy apreciada y elegida por su sabor y nos puede posicionar como provincia, ofertando a la gran demanda en forma de procesados y también filetes para restaurants”.
Bahillo puso en valor que dicha especie de pez actualmente recibió ventajas arancelarias sobre su exportación, razón por la cual se enfrenta a un escenario internacional auspicioso. Incluso sentenció que “la provincia fomenta el desarrollo de emprendimientos de producción acuícola, como alternativa válida a la pesca comercial en nuestros ríos, con el propósito de cuidar el recurso natural”.
En la explotación, radicada en Espinillo Norte, a la altura del kilómetro 25 de la ruta nacional número 18, iniciaron la producción con la compra de alevines o juveniles de pacú para su recría en dos lagunas artificiales. Luego sumaron 10 piletas de engorde y finalmente desembocaron en la cosecha. Toda la producción se comercializa por venta directa con proyección al mercado mayorista. Bahillo visitó el predio justamente a días de la realización de la cosecha de la campaña 2020/2021.
El emprendimiento fue desarrollado por Liliana Vera, Lucas Marcos y Juan Manuel Rossi quienes luego de la idea inicial indagaron y se asesoraron sobre distintos métodos de producción para lograr la eficiencia en la producción.
Al respecto, Lucas Marcos sostuvo que “se recibe el constante acompañamiento del INTA y vamos analizando alternativas para lograr eficiencia y sustentabilidad. Por ahora nuestra escala sólo nos permite atender la venta a consumidores finales, tanto locales gastronómicos como público en general, pero en un futuro estamos pensando inversiones para aumentar la producción y ver otros mercados. Nos dedicamos a lograr un producto de mucha calidad y la demanda que tenemos así lo demuestra”.
Por su parte, Juan Manuel Rossi subrayó que el consumo de pescado en el mundo “viene con un crecimiento sostenido, habida cuenta que por los años 70 el consumo per cápita anual era de 9 kilos y hoy supera los 20 kilos. Además, y a tono con el cuidado ambiental, el 47 % de la producción mundial proviene de criaderos. En Argentina estamos lejos aún de esos datos, pero de a poco vamos tomando conciencia de la importancia y relevancia que será cuidar nuestros ríos y arroyos y potenciar este tipo de experiencias”
Algunos datos de la actividad en la provincia
Durante el año 2019 la contribución de la provincia al sector acuícola nacional fue solo del 0,38%, unas 150 toneladas, y se impone precisar que la pesca comercial entrerriana o de captura en los ríos ronda las 7.000 toneladas anuales entre sábalo y especies acompañantes.
En la provincia hay entre 10 y 15 establecimientos acuícolas productivos, algunos de los cuales están funcionando como demostradores en el proceso de difusión de la actividad. Existen tres estaciones de investigación: una en La Paz fruto de un convenio entre el Ministerio de Producción y la Municipalidad; otra en Concordia —conocida como “El Alambrado”— que se puso en marcha tras un acuerdo entre el INTA y la Comisión Técnica Mixta Salto Grande; y la de Diamante que depende del Centro de Investigación y Transferencia Tecnológica (CICYTTP) administrado por el Conicet, la UADER y la Provincia.
Entre Ríos está comprendida en dos de las cuatro cuencas acuícolas del país: la del norte que es ideal para potenciales especies de clima cálido y templado cálido (surubí, cucharón, pirapitai, rana toro y pacú entre otras) y la del sur que presenta características climáticas más restringidas siendo apta para especies como el pejerrey, esturión, o salmón siberiano.
Los productores entrerrianos han elegido al pacú como pez objetivo predominante para su estudio, desarrollo, cultivo y venta en mercados locales y regionales. La especie (Piaractus Mesopotamicus) está vedado a la pesca artesanal, comercial y deportiva. Se trata de un pez de alimentación omnívoro con tendencia de herbívora, frugívora o microorganismos.
Por caso, el objetivo del emprendimiento de Espinillo Norte consiste en producir con la aplicación de tecnología de cría y engorde semi intensiva, carne de pacú de calidad homogénea, bajo un entorno ambiental sustentable, cuidando ríos y arroyos y de esta manera proveer a la población de alimento con alto valor nutricional e incentivar el consumo de pescado.
Acompañaron al ministro Bahillo en su recorrida el secretario de Agricultura y Ganadería, Lucio Amavet, el director de Recursos Naturales, Mariano Farall, el director del Instituto de Control de Alimentación y Bromatología (ICAB), Pablo Basso y el coordinador de Pesca, Pablo Gudiño.