La oportunidad

En cualquiera que trabaje de periodista o en medios de comunicación, En primera plana despertará una cierta nostalgia. Por los recursos con los que contaban los medios hace tiempo y que hoy ya no tienen ni por asomo. Pero, también, y sobre todo, porque a través de la película se puede ver, con lujo de detalles, en qué consiste una investigación per

En cualquiera que trabaje de periodista o en medios de comunicación, En primera plana despertará una cierta nostalgia. Por los recursos con los que contaban los medios hace tiempo y que hoy ya no tienen ni por asomo. Pero, también, y sobre todo, porque a través de la película se puede ver, con lujo de detalles, en qué consiste una investigación periodística. Las marchas, contramarchas, la búsqueda de fuentes confiables y de posibles refutaciones a esas fuentes –con el detalle de que sea antes de que se publique, no una vez que la noticia se difundió y se prueba falsa–. Una estructura al servicio de que lo que se publique sea cierto e interesante.
Eso, a su vez, despertará nostalgia en el lector/espectador, que de repente recordará, asombrado, que una noticia no consiste en difundir un tuit de un famoso, que no alcanza con decir algo primero –la tan ansiada primicia– sino que al mismo tiempo debe ser relevante e irrefutable –el deseado “a prueba de desmentidas”–.
En primera plana deja a la vista la crisis de los medios, lo que ya no son. Y es la oportunidad para que vuelvan a ser lo que nunca debieron abandonar.