Las actrices, de distintas generaciones, aceptaron trabajar con Muscari en Carlos Paz. Mientras la más grande asegura que es un desafío hacer comedia, la hija de Diego cuenta que está feliz.
Hace bastante tiempo que José María Muscari —autor y director— buscaba sumarlas a sus elencos, pero recién este verano Luisa Kuliok y Dalma Maradona compartirán escenario en Villa Carlos Paz. Integran el cartel de Mujeres de familia junto a Gladys Florimonte, Ernestina Pais, Luisa Albinoni, Barbie Vélez y dos actrices cordobesas: Lola Stagnaro y Valentina Delgado. Las funciones serán en el Teatro del Sol 3.
—¿Por qué aceptaron integrar este elenco?
LUISA KULIOK —Porque el espectáculo está concebido, escrito y dirigido por Muscari. Me había llamado varias veces pero nunca antes habíamos podido coincidir por mis fechas. Era algo pendiente. Lo que más me interesa de él es que sabe muy bien lo que quiere, elige elencos eclécticos y sabe escuchar a los intérpretes.
DALMA MARADONA —Me pasó parecido, ya había trabajado con Muscari en Fuego entre mujeres. Luego me había vuelto a convocar para Ocho mujeres, pero no acepté porque quería hacer mi unipersonal y se enojó en ese momento. Cuando me llamó tuve que arreglar mis horarios y firmé el contrato sin haber leído la obra. Me siento cómoda con Muscari.
—¿Cuántos años sin hacer comedia?
K.— Se ve que a la gente le gusta sufrir conmigo, cuando me ven me subrayan: “¡cómo me hizo llorar!”. Pero me encanta poder divertir, solo una vez hice gira con Porteñas en Villa Carlos Paz. Esta es una comedia bizarra y particularmente aquí hay que trabajar con otras líneas expresivas.
—¿Cómo son los personajes?
D.M.—No fue casual que me eligiera para hacer de botinera. Me hago cargo que conozco de cerca la vida de los futbolistas. Mi personaje es todo lo contrario de lo que soy y de lo que creo. Antes de aceptar le pedí que me explicara cómo pensaba que debía encarar el personaje. Su único sueño es salir en las fotos, casarse y no hacer nada. No sólo me sirven como modelo las botineras, también las mediáticas, aquellas que quieren ser “famosas”, sin importarles nada. Ahí digo que: “mi máximo referente es Mariana Nannis y que me hubiera gustado ser su hija”. Y Muscari propuso que repita “champin” como Charlotte Caniggia.
K.—Seré la tía de esta botinera, su madre estará encarnada por Ernestina Pais, que hace de psicoanalista y mis otras hermanas van a ser Gladys Florimonte y Luisa Albinoni. Interpretaré a una actriz porno star. Está el mito de cómo se comportan las divas, pero Muscari desmitifica, ilumina las contradicciones, muestra envidias y maldades, aunque también el amor.
—¿Tendrás en cuenta a las divas de la televisión?
K.—Son leyendas. Estuve muchas veces con Susana Giménez y es muy cordial, cálida, nada distante como una cree que deben ser las divas. Aquí interpreto a una mujer que quiso hacer un camino espiritual en Italia, pero se transformó en actriz porno. La pornografía forma parte del mundo privado de todos, que no se relaciona con lo perverso.
—¿Cómo se comparte el trabajo con personas de tan disímiles caminos?
K.—En la vida me interesa romper con los prejuicios. Creo que es uno de los grandes males de nuestro país, aunque tal vez también suceda en otros lados. Hay un sentimiento de que la persona que tenés al lado, no merece estar donde está. Tuve que hacer caminos alternativos, porque tuvieron prejuicios conmigo, no me llamaban ni para el cine, ni para el teatro, porque estaba en la televisión. Debe ser maravilloso ser la hija de Diego Maradona, pero tendrá otra cara.
M. —Sí, obviamente, por eso mismo siempre desde mi lugar y experiencia no tengo prejuicios con nadie. Coincido con Luisa, es el trabajo el que te ubica.
K. —Me parece que ésta es la fórmula: vernos como un todo. Es la manera de ir adelante en una sociedad, o un país. Hice El alma inmoral donde se decía que si hay dos judíos hay tres opiniones distintas. No hay verdades absolutas, debemos complementarnos y me hace feliz esta oportunidad.
—¿Cómo es Nazarena Vélez productora teatral?
K.—Se sabe rodear y confiar en personas de mucha experiencia y que conocen muy bien el tema. Por ejemplo, tenemos un productor ejecutivo (Maxi Bartfeld) que es un hombre de teatro. Esta es una comedia con otro código, Nazarena ama Villa Carlos Paz y aquí se comprometió con una propuesta distinta.
M.—Aunque me convocó Muscari, y sabe que lo que siempre me decide es lo artístico, cuando me encontré con Nazarena nos pusimos de acuerdo inmediatamente y no tuve problemas.
—Se cumplieron treinta años de democracia…
M.— Nací en democracia – por suerte- pero igual me parece muy importante poder festejarlos. No estoy muy metida en la política pero este estado democrático me da felicidad, por donde lo mires.
K.— La democracia y la posibilidad de debatir que tenemos. Hay una enorme libertad de prensa. Creo que a ningún presidente se le han dicho más cosas que a la actual mandataria. Es difícil ser mujer, ocupar lugares por su propio mérito y no es fácil conducir un país. Tuvimos grandes logros en estos años. Celebraría que haya menos encono hacia nuestra presidenta y los que no están de acuerdo, hagan una propuesta clara. Siempre tuve personas en mi casa ayudándome, pero ahora hay una ley que exige y me parece muy importante. Hoy todos hablan, donde quieren y como quieren, no nos falta libertad de prensa. Celebro la ley de Medios y va seguir con otro gobierno. Debemos dejar de lado las vanidades y las egolatrías, aunque será un camino largo.