Fue al rechazar la reforma tributaria sancionada en forma exprés por la Legislatura. Ya sumaron sus críticas desde el sector rural, económico y políticos. “Una vez más el Estado, para remediar el déficit presupuestario, recurre al sacrificio de los privados”, señaló.
Fue al rechazar la reforma tributaria sancionada en forma exprés por la Legislatura. Ya sumaron sus críticas desde el sector rural, económico y políticos. “Una vez más el Estado, para remediar el déficit presupuestario, recurre al sacrificio de los privados”, señaló. Paraná.(RN). Sigue el rechazo a la reforma tributaria impulsada por el gobierno provincial, rápidamente sancionada por los legisladores oficialistas y que entró en vigencia este 1º de enero. Ahora, luego de que desde distintos sectores rurales, políticos y económicos criticaran la medida, la Federación Económica de Entre Ríos (Feder) alertó que «la mayor presión impositiva, impuesta recientemente por Ley, no permitirá las inversiones necesarias que la provincia requiere para cumplir con el sueño entrerriano de agregar valor y transformar a Entre Ríos en un Estado sustentable».
Asimismo, acotó: «Tampoco posibilita mayores aportes de capital, ni generación de nuevos puestos de trabajo en el sector privado, muy por el contrario pone en riesgo de desaparecer a muchas empresas». En ese marco, la entidad señaló a través de un comunicado: «Hoy el nuevo esquema impositivo es Ley, y, como siempre hemos demostrado, los sectores que representamos se someten a su imperio, pero debemos advertir que es evidente que se ha superado la capacidad contributiva, por lo que en un escenario como el actual, en el que el impuesto se torna de imposible cumplimiento, el mismo se convierte en abstracto».
La denominada Reforma Tributaria «se promocionó como progresiva, lejos de ello podemos afirmar con fundamentos que su sanción resultó regresiva y recesiva», advirtió la Feder. En ese sentido, apuntó: «Regresiva en virtud que ante el impedimento de los empresarios de absorber el incremento impositivo, pues no disponen de más rentabilidad para sacrificar, inevitablemente lo trasladarán a los precios finales que serán pagados por todos los que más tienen y los que menos tienen, incluso los mismos trabajadores que se beneficiarán con un incremento, legítimo, en sus haberes, vía mayor presión tributaria a todos los sectores de la actividad privada».
«El aumento de precios pone fuera de competencia a los productores de bienes y servicios por razones no queridas y a los consumidores los aleja del normal abastecimiento de los insumos para sus necesidades básicas, la economía se convierte recesiva, al más puro estilo ortodoxo», resaltó la entidad.
Asimismo, señaló: «Vemos con preocupación que una vez más el Estado, para remediar el déficit presupuestario, recurre al sacrificio de los privados, a más, aumentando las alícuotas de los impuestos que oportunamente en los Pactos Fiscales firmados con la Nación se comprometió a eliminarlos por considerarlos distorsivos».
La Feder difundió además algunos datos que avalan su preocupación: «En el Impuesto Inmobiliario, se crea un adicional de entre el 20% y el 30% que se aplica a prácticamente todos los inmuebles y no solamente a los de mayor valuación».
«En el Impuesto Ingresos Brutos, un producto entrerriano el consumidor final (es decir la persona que va a la despensa, al almacén o al kiosco) antes pagaba 5,5% de impuesto sobre los ingresos brutos y hoy pasa a pagar 8,5%. Esto implica un incremento de costos del 54% que va a pasar a los precios, porque ese es el mecanismo de este tributo».
También subrayó que «además, se subió la tasa para el combustible, para la venta en las estaciones de servicio, para las operaciones de los bancos, para las comunicaciones, para los seguros y las ART, y también para el transporte de cargas. Todos estos son insumos de la actividad comercial local e implica mayor costo superior a 5 puntos porcentuales (un incremento de 40% aproximadamente), que se incrementa otro punto si considera a los servicios para las empresas».
En cuanto a la Ley 4035, mencionó que «luego de todo un período en el que se venía reduciendo tanto las contribuciones como los aportes de este impuesto al trabajo, casi exclusivo a nivel país, la Ley 10270 eleva al 3% la carga que debe tributar el empleador por cada dependiente».
Finalmente, la Feder llamó «a la reflexión a los señores Legisladores que aprobaron esta denominada Reforma Tributaria, en forma inconsulta con los sujetos a una exagerada tributación. Recordarles, con todo respeto, que gracias a los beneficios que nos brinda la Democracia fueron electos para que nos representen, hoy una gran parte de sus representados no nos sentimos contenidos ante tamaña injusticia. No ha prevalecido el bien común».