El de la madrugada del domingo fue el segundo fenómeno climático de esta naturaleza con poco más de un mes de diferencia.
Al igual que el 3 de enero la Defensa Sur trabajó normalmente y al 100 por ciento de sus posibilidades, con las compuertas abiertas para que el agua de la cuenca de Las Animas desagüe rápidamente y con la ventaja favorable que el río se mantenía apenas por encima del metro y medio. Anoche el registro alcanzó los 3 metros, aunque ya casi no había agua en la zona complicada del casco urbano.
Las bombas de extracción, que expulsan el agua desde el interior hacia el exterior en casos de lluvias importantes, funcionaron correctamente y desde las primeras precipitaciones ocurridas en la medianoche. Desde la Coordinación General de Servicios Sanitarios destacaron que el episodio pluvial fue por momentos mayor al de enero y que los desagües pluviales no dieron abasto.
También es cierto que muchas veces los sumideros o desagües se encuentran bloqueados por residuos o sedimento que va arrastrando el agua y eso disminuye el caudal de evacuación de agua. Luego del temporal, las cuadrillas recorrieron las zonas más afectadas y se detectaron gran cantidad de residuos obstruyendo las rejillas y las tapas de canales por donde debería correr el agua libremente.
Lo mismo ocurrió en las calles asfaltadas de amplios sectores, como en los barrios Bajada Grande, Mataderos, 20 de Junio o Villas Las Lomas. En el casco céntrico la concentración de agua se produjo, como siempre, en dos tramos de calle Suipacha, pero lo más complejo fue cruzar su intersección con Defensa Sur. Lo mismo sucede con cada lluvia con algunos cruces de calles, como Moreno y Henri y Posadas, a la altura de Millán o Maipú.