El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) pondrá en funcionamiento el primer equipo de Entre Ríos que a la vez pasteuriza y envasa la leche, desarrollado por la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) de Concepción del Uruguay y que tuvo financiamiento del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
La baja de costos para el productor y del precio para el consumidor; la reducción del recorrido entre ambos y menores pérdidas figuran como beneficios de este sistema.
El Inta destacó que ya se compró la pasteurizadora y se realizaron “los acondicionamientos necesarios” para su instalación y funcionamiento.
La EEA ubicada en Concepción del Uruguay trabajará con tamberos de la región sobre buenas prácticas de producción primaria, para mejorar la forma de producción informal que se venía llevando a cabo.
Si bien el Código Alimentario Argentino (CAA) prohíbe la venta de leche no pasteurizada para consumo desde 1963, el INTA indicó que “representa el 15% del mercado nacional de leche (circuitos cortos de producción y consumo de leche fluida sin pasteurizar)”.
Asimismo, destacó que el mercado informal de leche cruda alcanza a 3,8 millones de argentinos. Ante ello, diseñaron un equipo que envasa leche fluida y la pasteuriza, garantizando las condiciones óptimas de inocuidad para su comercialización directa en Entre Ríos.
Todo el proceso lo realiza “una sola persona y requiere poco esfuerzo físico”, pero permite producir 20 litros por ciclo y 100 litros en 6 horas 20 minutos, señaló el Inta en un informe.
Se presiona un botón para dosificar la leche en cada sachet, una bomba succiona el líquido desde el tacho de ordeñe, y luego se cierran todos los sachets con una termoselladora manual.
En el mismo equipo, los sachets se ponen en la pasteurizadora precalentada donde permanece 30 minutos a 63 grados, necesarios para su pasteurización y así eliminar las bacterias perjudiciales de la leche cruda.
Luego, los sachets se enfrían en una batea con agua, primero a 16 y luego a 8 grados para cumplir con las normas de consumo del CAA.
Entre los beneficios de esta producción, el Inta destacó que “se reduce a menos de 20 kilómetros los más de 750 kilómetros en un circuito industrial de recorrido de la leche, desde el lugar de ordeñe al consumidor”.
También el productor “gana un 400 por ciento más, y el consumidor paga un 40% menos”; y se vende por encargue por lo que se evita el 23,5 por ciento que se pierde en la leche industrial.
De esta manera, el equipo permite “acortar la cadena de producción, promover el consumo de producción local”, y presentar una “solución a una demanda social de primera necesidad como es el acceso de leche”, agregó el organismo.