El tenista argentino que participa del circuito profesional masculino criticó duramente las últimas medidas de la ATP. Señaló que los tenistas terminan por enterarse de las medidas a través de las redes sociales. “La forma de comunicarse es una locura”, dijo Schwarzman.
El tenis parece estar próximo a volver luego de la histórica interrupción del circuito por la pandemia causada por el coronavirus. En ese contexto, cuando parecía que el lugar de retorno sería Washington, finalmente se descartó. El miércoles pasado, la ATP comunicó a través de sus redes sociales que este torneo no comenzaría -debía iniciar el 13 de agosto-. Ante las últimas decisiones abruptas de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), el argentino Diego Schwartzman salió al cruce con palabras muy críticas: “Para mí la ATP por ahora no pegó ninguna. Prácticamente nunca nos enteramos por ellos primero que por una red social de las decisiones que toman”, sentenció. Para argumentar sus dichos ejemplificó con la cancelación de Washington: “La cancelación de Washington se veía venir y la ATP entre comillas nos lo venía pronosticando, nos venía diciendo que estaba complicado porque no llegaban con los tiempos para todos los permisos y todo lo que se necesitaba para hacer un torneo, pero nos terminamos enterando todos los jugadores por twitter y a los 20 minutos salieron a confirmarlo”, indicó el tenista de 27 años. En declaraciones, el número 13 del mundo fue especialmente crítico con la manera en que se comunica el ente regulador del tenis profesional. “La forma en comunicarse y en la que quieren llevar a cabo, por ejemplo el US Open, es una locura”, dijo. Schwartzman explicó que jugará el Grand Slam estadounidense porque lo necesita tanto laboral como físicamente, aunque se quejó de las formas: “Las condiciones son una locura, como ir a jugar un Grand Slam después de siete meses con solo un acompañante, encerrados en un hotel 21 días sin que podamos salir. Es todo demasiado rebuscado”. El retorno del tenis, de todos modos, tiene fecha para el 22 de agosto, con el Masters 1000 de Cincinatti, que se jugará en Nueva York. Allí mismo, desde el 31 del mismo mes, se disputará el US Open, que hasta el momento no fue cancelado. Curiosamente sería el segundo Grand Slam de la temporada, ya que tanto Roland Garros como Wimbledon no se han disputado. Por último, el surgido del Club Náutico Hacoaj se refirió a lo que espera para los próximos meses: “Mi intención por ahora es jugar todo lo que pueda e ir viendo. Hay países que te piden un test negativo para entrar, que ya nos lo hicimos todos los que viajamos esta noche a Miami, incluido mi entrenador (Juan Ignacio Chela) y mi preparador físico, Martiniano Orazi”. Su equipo hará base en Miami, pero se trasladaría momentáneamente para entrenarse en Bahamas, debido a que la situación de la pandemia se encuentra más controlada. En el horizonte del argentino, tras Cincinatti y el US Open aparece una gira por Europa que comenzará en Kitzbuhel (8 de septiembre), continuará en Madrid (13/9), seguirá en Roma (20/9) y decantará en Roland Garros (27/9).