En el marco del Día de la Educación Especial, se realizaron actividades culturales y educativas en la plaza Ramírez, donde los árboles decorados con lazos verdes simbolizan el legado de una comunidad que lucha por la inclusión y el desarrollo de los niños.
El 9 de agosto, la Asociación Surco de Esperanza conmemoró un hito significativo: 60 años de esfuerzo y dedicación en la búsqueda de una educación formal para los niños con necesidades especiales. En una emotiva ceremonia, la Profesora Alejandra Loza, integrante de la asociación, invitó a la comunidad a acercarse a la plaza Ramírez, donde los árboles adornados con lazos verdes y tarjetas colgantes portan mensajes de amor y compromiso hacia la educación.
«Hoy, los árboles han sido testigos de nuestra intención de cuidarlos y abrazarlos como sostén de vida que son», expresó Loza, destacando la importancia de este símbolo en el contexto de la celebración. El lazo verde, que representa la búsqueda espiritual y educativa, se convierte en un emblema de esperanza y unidad.
La profesora recordó que el 5 de noviembre de este año se cumplen seis décadas desde que un grupo de padres se organizó para garantizar educación formal para sus hijos. «Ese legado y esa búsqueda aún continúa», afirmó, subrayando el valor de compartir esta historia con la comunidad uruguayense.
Loza también reflexionó sobre el papel del juego en la educación: «Si el juego no está, no hay creatividad. Si no transformamos la información, tampoco hay resolución de los conflictos que la vida nos presenta». Esta visión resalta la importancia de un enfoque integral en la educación, que fomente tanto el aprendizaje como el desarrollo personal.
La Asociación Surco de Esperanza, junto con el Instituto Tobar García, se compromete a seguir formando profesionales que trabajen en pro de una educación inclusiva y de calidad, asegurando que todos los niños tengan la oportunidad de desarrollarse plenamente.