El oficialismo bonaerense busca el respaldo de la oposición para aprobar el proyecto de ley impositiva que el gobierno de Axel Kicillof envió este martes y que contempla, entre otros ítems, una adecuación de las valuaciones fiscales y una estructura de topes que, en algunos casos, redundará en subas de hasta el 75% tanto en en el Inmobiliario Urbano como en el Rural.
En el caso de Ingresos Brutos y Sellos, se mantendrán las alícuotas vigentes, con excepción de algunas actividades cuya alícuota se establece dentro de los límites del Consenso Fiscal 2019.
En cuanto al impuesto a los Automotores, no habrá modificaciones dado que la valuación se actualiza en base a los valores de mercado.
Mientras que el denominado impuesto a la Transmisión Gratuita de Bienes (impuesto a la herencia) se actualizará en función de las modificaciones que se introduzcan en el resto de los tributos.
Si bien la sesión tanto en Senado como Diputados está convocada, desde los sectores que responden a Juntos por el Cambio pusieron en duda el acompañamiento merced al poco tiempo que tuvieron los legisladores para analizar la iniciativa. En la cámara baja, gracias a la fractura del bloque de Cambiemos, el Frente de Todos está cerca del quórum propio; mientras que en la cámara alta -por donde ingresó el proyecto- el vidalismo supera en bancas al oficialismo y pone en riesgo la sanción mañana mismo de la norma.
“Nuestros legisladores no tuvieron tiempo para leerla, la mandaron a horas del brindis de la Nochebuena”, ironizó un referente del espacio opositor que adelantó, además, que en base a la primer lectura “se propondrá una serie de cambios”.
En este contexto no se descarta que, en medio de esa negociación por asegurar el tratamiento, se incluya la discusión en torno a los cargos en el directorio del Banco Provincia y otras empresas estatales, un asunto pendiente de la sesión de la semana pasada en la que se aprobó la ley de emergencia que reclamaba el gobernador.