Pablo Huck, denunciante y víctima del cura Marcelino Moya, brindó su testimonio en la primera jornada del juicio oral que se desarrolla desde este jueves contra el sacerdote en los Tribunales de Concepción del Uruguay.
Ninguna de las partes le formuló preguntas. También declararon dos testigos y una perito psiquiatra. “Pude decir lo mío y estoy tranquilo”, contó Huck minutos antes de que se retomara la audiencia, lo que sucedió pasadas las 16. El sacerdote acusado de corrupción de menores agravada tomó apuntes y nunca levantó la vista. Los hechos que se ventilan ahora en la justicia fueron revelados en junio de 2015. La actividad en los Tribunales de Concepción del Uruguay comenzó con retraso. Si bien el inicio del juicio oral estaba previsto para este miércoles, la intempestiva renuncia del abogado defensor de Moya, José Ostolaza, obligó a postergar la audiencia para este jueves. Asumió el rol de defensor Darío Germanier, socio del estudio de Ostolaza. Además, el sacerdote llegó con una hora de retraso a la sede judicial, lo que fue considerado “una falta de respeto” por víctimas y familiares.Tras las lecturas preliminares, Pablo Huck, víctima y denunciante del cura, expuso durante más de dos horas ante el tribunal compuesto por María Evangelina Bruzzo, Fabián López Moras y Melisa Ríos. El Ministerio Público Fiscal (MPF) estuvo representado por Juan Pereyra y Mauro Quirolo. La fiscal que llevó adelante la investigación, Nadia Benedetti, se encuentra de licencia por maternidad. Los abogados querellantes son Florencio Montiel y Juan Cosso. “Declaré durante más de dos horas. Hice mi descargo y me sentí cómodo. Estoy tranquilo”, confió a este medio el médico Pablo Huck poco antes de ingresar a la segunda parte de la audiencia, que comenzó pasadas las 16. El profesional narró lo vivido cuando era alumno de Moya en el Colegio la Inmaculada y en la parroquia Santa Rosa de Lima a mediados de los ’90 en Villaguay. Salvo en la audiencia, ya que el juicio se desarrolla a puertas cerradas, Huck estuvo acompañado de familiares y de miembros de la ONG Compromiso con Voz, de Villaguay. Posteriormente, vía teleconferencia, brindó su testimonio una perito psiquiatra y luego fue el turno de dos ex compañeros de escuela de las víctimas. A Huck le llamó la atención el silencio de la defensa, que no le formuló ninguna pregunta. Tampoco lo interrogaron los miembros del tribunal ni las otras partes. “Con el panorama que yo describí, más lo que dijo la perito y los testigos, se fue armando un rompecabezas coincidente de manera exacta con lo que narré”, consideró el profesional. Durante la audiencia, Moya hacía como que tomaba apuntes y en toda la mañana en ningún momento levantó la vista. “Yo lo miré en varias oportunidades, pero él no se animó a enfrentarme”, relató Huck.