La policía le aconsejó que por su seguridad, no se quedara a dormir en el lugar. “Mi papá está muy amargado”, contó la hija del hombre de Gualeguaychú. Uno de los ladrones fue detenido. La amargura de la familia.
Ernesto, más conocido como “Pancho”, tiene 75 años. Nació en Sarandí, una zona de campo ubicada a 15 kilómetros de Gualeguaychú. Ahora que está jubilado, decidió descansar en la casa que con tanto esfuerzo construyó. Pero la inseguridad no se lo permite.
En el lapso de cinco años su vivienda fue robada siete veces. El último hecho ocurrió este viernes 17 de septiembre por la noche, cuando en el lugar no había nadie. En la zona no hay muchos vecinos, pero una cámara de seguridad logró captar el auto en el que se movilizaban los ladrones.
Revolvieron toda la casa, pero el botín lo encontraron en el taller. De allí sacaron una amoladora, taladros, mazas, hidrolavadora, compresor y monturas de caballos. Todo es de un valor incalculable para este jubilado. Como ya fue asaltado varias veces, las hijas decidieron poner una alarma, pero esto no fue impedimento para los delincuentes ya que la rompieron y vaciaron la vivienda.
Al lado, hay ganado. “Esta vez no se llevaron animales. Pero en los robos anteriores estimamos que se llevaron unas 100 vacas”, contó angustiada Gisela, hija de la víctima, en diálogo con TN.
Todos los hechos fueron denunciados, y la policía pudo atrapar a uno de los ladrones. Ernesto pensó que había conseguido tranquilidad, pero el comisario de la zona le dijo que no se quedara a dormir solo en esa casa porque podía haber represalias. “Desde entonces, mi papá duerme en la casa de mi mamá en Gualeguaychú”, contó la joven.
A pesar de los hechos de inseguridad que vienen sufriendo, la familia pasa los fines de semana en ese lugar. “Después de trabajar toda la vida, mi papá, sus hijas y nietos merecen disfrutar de esa casa. Por suerte, nosotros no fuimos víctimas de ningún robo estando ahí”. Gisela recordó que en robo anteriores, los ladrones se llevaron cortinas, electrodomésticos, vasos, cubiertos, rompieron las paredes y hasta defecaron. “No se, por qué actuaron con tanta maldad”.
Lo cierto es que la denuncia ya fue hecha, y la justicia está analizando la cámara de seguridad del vecino ara tratar de identificar el auto y poder detener a los ladrones.
“Lo material, si bien es importante porque son herramientas costosas, lo que más me preocupa es mi papá. Después de tantos robos vive amargado. Él sigue yendo de día, pero a la noche se va a la ciudad. No se merece vivir así”.