La pandemia de Coronavirus a puesto en jaque al mundo y dentro del deporte el básquet ha sentido la suspensión de sus competencias acatando las normativas gubernamentales. Más allá de eso priorizar la salud y la vida es un mensaje que han entendido todos los protagonistas. Juan Manuel Varas, el técnico de Tomás de Rocamora en la Liga Argentina de Básquetbol, habló con la Prensa Roja desde su hogar sobre esta situación que le toca atravesar y destacando claramente que en estos momentos el juego pasó a un segundo plano. Hoy presentamos la primera parte de la entrevista.
Allá por el 13 de marzo Rocamora estaba a horas de subirse a un micro para iniciar una gira por el sur del país cuando llegó la noticia del parate de la competencia como medida preventiva para combatir el avance del Covid-19. “Es un momento de mucha incertidumbre y donde todo lo deportivo pasa a un segundo plano ya que ante un evento mundial como es esta pandemia no tenemos más alternativa que tomar los recaudos necesarios para no vernos afectados. Claramente la prioridad hoy en día es cumplir con las obligaciones sanitarias y ejemplificar con los hechos”, señaló el entrenador por estas horas.
Un día antes de aquella suspensión el equipo había vencido como local a Petrolero Argentino. Después de unos días el plantel finalmente fue licenciado ya que no se darían novedades hasta fines de marzo. “El plantel y el resto del cuerpo técnico seguimos comunicados, pero es una realidad que al no tener una fecha tentativa ni saber cómo ésta pandemia puede llegar a propagarse, es que las exigencias deportivas han disminuido y lo que compartimos es más una sensación de deseo para que cada uno con sus familias tenga los cuidados necesarios para no verse afectados. En lo profesional el PF ha enviado rutinas correspondientes para que cada jugador lo pueda adaptar a sus condiciones en el lugar donde residen”, explicó Varas acerca de cómo ha seguido la alterada rutina del Rojo.
Respecto de si está al pendiente de novedades que puedan surgir, respondió: “Claro que sí, pero es cierto que todo lo que se pueda planear no son más que ideas y tentativas futuras. Hoy la importancia es otra y luego será momento de la reorganización deportiva”.
Cuando se paró el torneo Rocamora habría logrado hilvanar siete triunfos de manera consecutiva, su mejor racha positiva desde que está en la categoría. “El parate se dio en el mejor momento del equipo y esas son las sensaciones que nos quedaron, el poder hilvanar 7 triunfos consecutivos nos permitía vislumbrar un futuro positivo para lo que restaba de la temporada regular; con la idea de ganar la mayor cantidad de partidos posibles para lograr la mejor ubicación posible. El análisis fino no lo he hecho, todo esto se dio muy de golpe y las prioridades pasaron a otro costado”, señaló al respecto el coach.